Sin explicaciones del PP, pero aumentan los indicios

Enrique Clemente Navarro
E. Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

14 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las declaraciones de ayer no depararon revelaciones de calado, pero aportaron nuevos indicios y tuvieron dos puntos importantes. Por un lado, el reconocimiento por el exgerente Cristóbal Páez de haber recibido pagos en negro, un testimonio que se suma a otros en el mismo sentido. El juez Pablo Ruz y la Fiscalía Anticorrupción están convencidos ya de la existencia de una caja B en el PP. Por su parte, tanto Cascos como Arenas admitieron el descontrol total sobre las donaciones recibidas por el partido, lo que deja abierta la puerta a que el PP, como apuntan los indicios, se financió irregularmente. Esto no constituiría delito, pero es un punto clave de la investigación. ¿Quién donó dinero, cuánto y por qué al PP? ¿Los empresarios que lo hicieron, mayoritariamente de la construcción, recibieron contratos a cambio? Aquí podría haber, si se demuestra la relación efecto entre donativo y adjudicación, un delito de cohecho, que no estaría prescrito del 2002 en adelante. No así los posibles delitos fiscales, que solo pueden investigarse a partir del 2007. Arenas y Cascos, cuyas declaraciones parecían coordinadas, coincidieron en desviar cualquier responsabilidad por las supuestas irregularidades en las cuentas en el tesorero. ¿Quiere decir que el tesorero hacía lo que le daba la gana? Además, se escudaron en su falta de memoria para no responder algunas preguntas del juez y los abogados. Hay que tener en cuenta que declaraban como testigos y no podían mentir. Pero su actitud solo sirve para obstaculizar la aclaración de los hechos. Despachar así el asunto no basta, ya que los partidos son organizaciones jerárquicas en las que los máximos responsables son los presidentes y, después, los secretarios generales. Su responsabilidad, al menos in vigilando, es clara. Y ahí se incluye la de Rajoy. El PP sigue sin dar una explicación verosímil de lo sucedido. Ayer perdió una nueva oportunidad de hacerlo. Por ejemplo, ¿por qué el PP pagó un sueldo a Bárcenas hasta enero del 2013, cuando, según el presidente, «no estaba en el partido»?