La banda terrorista se reafirma en el abandono de la lucha armada
20 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Prácticamente con la única excepción de EH Bildu, todos los partidos exigieron a la banda terrorista ETA su disolución definitiva y la entrega de las armas, tras el comunicado interno de la banda conocido ayer y en el que se reafirma en el abandono de la lucha armada. Bildu y Aralar-NaBai han considerado «positiva» la «reflexión interna».
La militancia de ETA apoya de forma aplastante el abandono de la lucha armada, dice el comunicado fechado en diciembre y que habría sido incautado por la Guardia Civil en la última operación contra el entramado de la banda. La dirección de ETA afirma que el abandono de la violencia es una decisión «estratégica» para avanzar en el camino de la independencia. «El 80 % de los militantes de ETA están de acuerdo con las decisiones tomadas estos años y solo un 4,2 % votan en contra de la ponencia presentada en el marco del proceso de reflexión interna llevado a cabo durante meses», dice.
Vía independentista
ETA afirma también que asume como una «prioridad» superar el conflicto, aunque señala que para lograrlo se deben «dar pasos prácticos en la vía independentista». En la senda de pacificación, la organización terrorista denuncia «la actitud obstruccionista de las sucursales que las fuerzas estatales tienen en Euskal Herria», las cuales, se añade, «buscan impedir el proceso de transición intentando sujetar a su lado a la burguesía vasca y al autonomismo». En esta línea critica el posicionamiento del PNV, al que acusa de seguir la «estela» de un Estado español que «sufre una crisis profunda e integral». En cualquier caso, tiende la mano al partido del lendakari Iñigo Urkullu, por la importancia de crear un frente soberanista.
El comunicado de ETA, el décimo que se hace público desde el anuncio del cese de la lucha armada, fue acogido con indiferencia por la mayoría del arco parlamentario.
El portavoz del PP en el País Vasco, Borja Sémper, resumió el documento como «un bla, bla, bla, plagado de la retórica de siempre». El secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, le restó valor al afirmar que «solo faltaba que no respaldaran la decisión que tomaron en octubre del 2011 de poner fin a la lucha armada». Y el lendakari Iñigo Urkullu se sumó a las críticas hacia ETA al señalar que sus palabras no significan ningún paso adelante. Añadió que lo que la sociedad vasca espera de la banda es su desarme y que reconozca el daño causado.
Las únicas buenas palabras hacia el escrito llegaron desde la izquierda abertzale. Pello Urizar, de EH Bildu, dijo que refleja que el proceso de paz no tiene vuelta atrás.