Pons asegura que España «va mejor» y Jáuregui lo ve un triunfalismo ofensivo

E. Clemente / G. Lemos MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alberto Martín

Los minoritarios arremeten contra el bipartidismo en el debate a seis en televisión

20 may 2014 . Actualizado a las 09:39 h.

El popular Esteban González Pons y el socialista Ramón Jáuregui se reprocharon las respectivas herencias de sus gobiernos y se enzarzaron en varios rifirrafes en clave nacional. Quisieron marcar distancias y demostrar que no son lo mismo. Willy Meyer (IU), desde su primera intervención, se empeñó en demostrar todo lo contrario y denunció el bipartidismo de PP y PSOE. También lo hizo Francisco Sosa Wagner (UPyD) y, a su manera, Ramón Tremosa y Josep Maria Terricabras, llevándolo al terreno del derecho a decidir.

González Pons argumentó que «las cosas van mucho mejor» en España, que crece el doble de la media europea y crea empleo, y señaló que la recuperación no puede pararse, porque entonces «todo el dolor y el sufrimiento no habrían servido para nada». El número dos de la lista popular dijo que «bajo ningún concepto podemos volver atrás», porque la economía está en un «instante delicado en el que despegamos o nos la pegamos». Se dirigió a Jáuregui para recordarle que fue ministro de un Gobierno en cuyo mandato se perdieron 3,5 millones de puestos de trabajo.

El socialista respondió que «esto de la herencia está ya muy caducado, como los yogures de Cañete» y dijo que «basta ya de excusas y mentiras», porque con el Ejecutivo de Rajoy se han perdido 1,2 millones de empleos y la deuda pública ha subido del 65 % al 97 % en dos años y medio, además de destruir la herencia que recibió en educación, sanidad y políticas sociales, Jáuregui acusó al Gobierno de «triunfalismo» y aseguró que «la sensación de que estamos en el mejor de los mundos ofende inteligencia».

También echó en cara la reforma del aborto a González Pons, que le ofreció consensuar la nueva ley. Aludió al «machismo» y al «clasismo» de Miguel Arias Cañete y afirmó que lo peor es que Mariano Rajoy lo ha jaleado. González Pons contraatacó con un tuit en el que Elena Valenciano decía que el futbolista francés Franck Ribéry era muy feo. «Todos podemos equivocarnos y decir cosas que no queremos decir, extraer conclusiones de una frase dicha en un momento determinado es ir demasiado lejos», dijo.

El nacionalista catalán Ramón Tremosa, candidato de Coalición por Europa, quiso dejar claro que muchos de los problemas que se achacan a la UE son responsabilidad de los gobiernos españoles.

Pons entró en debate con Tremosa y Josep Maria Terricabras (ERC). «Quiera usted a España como yo quiero a Cataluña», espetó al primero, que le respondió que si fuera así «el corredor mediterráneo ya estaría construido». El independentista republicano afirmó que su partido va a Europa a empezar a construir allí un nuevo país. En su alegato final, Tremosa se refirió a la reivindicación independentista como «las más grande demostración de voluntad popular y nacional de Europa en los últimos 50 años» y llamó al Gobierno a atender esa demanda.

Catástrofe social

Francisco Sosa Wagner (UPyD) dirigió un dardo al nacionalismo. «En todo territorio donde se arría la bandera de la solidaridad se iza la bandera del nacionalismo, que es la peor enfermedad que que hoy puede contraer Europa», afirmó. Y en su intervención final cargó contra el bipartidismo. «Quienes estén conformes con la democracia degradada, escoltada por dos partidos, envilecida por casos de corrupción clamorosos deben seguir votando como hasta ahora, quienes estén por la rectificación del rumbo errático de la democracia y la recuperación de la honradez y la honestidad en los asuntos públicos deben votar a otros», afirmó. «No votar es indultar a los corruptos», concluyó.

Meyer atribuyó la «catástrofe social» que sufre Europa al modelo pactado por populares y socialistas, «el gran bipartito europeo», según lo calificó, construido no pensando en la gente sino en la gran banca y las empresas transnacionales. Y advirtió de que Pons y Jáuregui iban a «teatralizar» el debate para resaltar sus diferencias.