La atomización del voto salva al PP

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El resultado fuerza al PSOE a escoger entre girar más a la izquierda o recuperar la centralidad

26 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Se puede ganar obteniendo un malísimo resultado, que es lo que hizo ayer el PP, y también se puede morir de éxito, que es lo que le ha ocurrido a la izquierda, que a base de fraccionar su voto hundió al PSOE y dejó el triunfo en bandeja a los populares.

Ganar contra sí mismo

Rajoy sufre, pero respira. Rajoy no puede presentar ya estos resultados como un aval a sus reformas. Pero ha ganado contra el PSOE. Y, sobre todo, contra sí mismo. Imponerse tras aplicar los mayores recortes de la historia, con casi seis millones de parados, con el partido inmerso en un escándalo de corrupción, con una campaña mal planteada y con un candidato pésimo, indica que el PSOE no es visto como alternativa y le da a Rajoy un respiro y un margen de seguridad hasta el final de legislatura. Será muy difícil que a finales del 2015, cuando se celebren las generales, las circunstancias sean peores que las actuales para el PP.

Debate interno en el PSOE

Perder la izquierda o el centro. La derrota por dos escaños deja a Rubalcaba en el límite de plantearse su continuidad, pero con muy malas perspectivas y a merced de la andaluza Susana Díaz. A menos de un año y medio para las generales, y teniéndolo todo a favor, no solo es incapaz de recortar distancias, sino que aumenta la desventaja con el PP. El PSOE se encamina a un profundo debate interno. Previsiblemente, tratará de girar más a la izquierda para evitar en las autonómicas, locales y generales una sangría de votos como la de ayer. Pero otro sector del PSOE opondrá a ese argumento el de que el desastre se debe precisamente a la pérdida de la centralidad y a la ausencia de un discurso socialista unitario en toda España, lo que puede provocar graves fricciones de cara al futuro relevo.

Más presión en Cataluña

Artur Mas se radicalizará. Los resultados dejan a Artur Mas sin otra opción que huir hacia adelante en su desafío soberanista y radicalizar su discurso si no quiere ser arrollado por ERC. Algo que añade más presión al conflicto y aleja la posibilidad de un acuerdo Gobierno-Generalitat. Rajoy tiene desde ayer más difícil mantener el inmovilismo que hasta ahora le servía para acorralar a Mas. La debacle del PSC demuestra que no hay ya espacio para las terceras vías en Cataluña, por lo que, si mantiene la equidistancia entre españolistas e independentistas, acabará por convertirse en una fuerza marginal en esa comunidad.

Menos Bipartidismo

Adiós a las mayorías absolutas. El bipartidismo sufre un castigo brutal, pero sigue habiendo dos grandes fuerzas políticas, cada una con más del doble de escaños que el tercero y el triple que el cuarto. Aunque el castigo será menor en las generales, las mayorías absolutas están descartadas. Si UPyD consolida su ascenso, será el socio natural del PP.

El desafío de Podemos

Optar entre ser el Beppe Grillo español o integrarse. Podemos es una sorpresa y también una incógnita. El desafío de su líder, el tertuliano Pablo Iglesias, es elegir entre convertirse en un Beppe Grillo a la española o integrarse en el sistema para tratar de capitalizar este éxito.

Desafección política

Desinterés no, radicalización. La participación, mayor incluso que hace cinco años, indica que lo que provoca la crisis económica no es que los ciudadanos se desinteresen por la política, sino que se desplacen hacia los extremos del arco político.