La convocatoria del congreso extraordinario antes de las primarias supone un cambio abrupto de las reglas del juego. Eduardo Madina condiciona su candidatura a que pueda votar la militancia
28 may 2014 . Actualizado a las 12:57 h.La decisión de Alfredo Pérez Rubalcaba de convocar un congreso extraordinario del PSOE previo a las elecciones primarias, lo que implica una sucesión controlada por el aparato en lugar de un proceso abierto a la militancia, ha cogido con el pie cambiado a los principales precandidatos, que comprueban así como sus opciones cambian radicalmente. Si quieren liderar el partido, ya no podrán hacerlo apelando a las bases, sino pactando con los barones territoriales. Tanto Eduardo Madina como Carme Chacón dejaron ver ayer su desacuerdo con la decisión tomada por Rubalcaba, en la que ven un intento de limitar sus opciones.
Congreso a la gallega
Aunque ambos dan ya por perdida la batalla de que las primarias se celebren antes, pretenden al menos que el congreso se convierta en un proceso abierto a la máxima participación de la militancia. Cuentan para ello con el respaldo de destacados dirigentes críticos con Rubalcaba y también con el precedente del congreso de los socialistas gallegos, en el que el secretario general, José Manuel Gómez Besteiro, fue elegido con el voto de la militancia pese a no contar con la autorización formal de Ferraz.
Chacón criticó ayer la «decisión personal» del líder del todavía PSOE y aseguró que se trata de un «pretexto para no darle la voz a la gente» y una forma de aplicar «los métodos de siempre». Menos directo, Madina afirmó que tiene su «mirada» puesta en las primarias y que no ha decidido si se presentará al congreso del partido. Aunque dijo respetar la decisión del secretario general, planteó la posibilidad de un congreso abierto en el que puedan votar los delegados, pero también los militantes. «Es una opción que está en el debate y que no es descartable», señaló en el Congreso. Consideró que las elecciones primarias abiertas «de un partido que no se repliega sino que se abre» son «el secreto» del «éxito» del PSOE en las próximas elecciones.
Susana Díaz no entra al debate
La opción del congreso abierto fue respaldada entre otros por el exministro y exportavoz del PSOE en el Congreso Jesús Caldera. «Espero, y sin duda será, [un congreso] con la máxima participación, con la palabra de todos los militantes», señaló. La también exministra Rosa Aguilar insistió en que «no puede ser un congreso al uso», sino algo «distinto», «nuevo».
La mujer hacia la que todos vuelven la mirada, porque tiene ahora la llave de la sucesión, es la andaluza Susana Díaz, que eludió entrar en las especulaciones que la sitúan como una de las candidatas al congreso. «Mi compromiso es con Andalucía, ya lo saben», se limitó a señalar.
Quien parece haberse retirado de la carrera es el exlendakari Patxi López, que ayer siguió la senda de Rubalcaba al anunciar su renuncia a la secretaria general de los socialistas vascos y la convocatoria de un congreso extraordinario del PSE en septiembre. López justificó su decisión en los malos resultados obtenido en el País Vasco. «No me ha forzado nadie, lo que quiero es provocar una reacción, una catarsis en el PSE», señaló. Eludió aclarar si ese paso supone una renuncia a liderar el PSOE, aunque sus opciones son ya prácticamente nulas tras el batacazo electoral en el País Vasco.