De Gallardón a Mato: Rajoy afronta la dimisión de dos de sus ministros en tan solo dos meses

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

El exministro de Justicia presentó su renuncia tras la retirada de la reforma del aborto

26 nov 2014 . Actualizado a las 20:47 h.

Alberto Ruiz Gallardón y Ana Mato. Mariano Rajoy, un tanto reacio a hacer cambios en su gobierno desde su llegada a Moncloa, afronta su segunda crisis de gobierno en poco más de dos meses la dimisión de dos de sus ministros. Antes, en mayo, sustituyó a Miguel Arias Cañete al frente del ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación por Isabel García Tejerina, al ser el cabeza de lista de la candidatura del PP a las elecciones europeas. Tras los comicios, y una vez que Jean Claude Juncker fue elegido como nuevo presidente de la Comisión Europea, Arias Cañete fue designado comisario europeo de Clima y Energía.

La renuncia de Gallardón el pasado 23 de septiembre supuso un varapalo para el líder del ejecutivo ya que la retirada de la reforma del aborto, que era una promesa electoral, se ha había convertido en algo personal para el exministro de Justicia. El fiasco de la reforma de la ley del aborto le costó la carrera política a Alberto Ruiz-Gallardón. Además de dimitir de la cartera de Justicia, anunció su retirada de la política, en la que llevaba más de 30 años ininterrumpidos ocupando cargos, y el abandono de la dirección del PP.

La dimisión de Gallardón, que pilló a Rajoy con el pie cambiado y en China, era un rumor insistente en los últimos días y el mismo explicó que había esperado hasta dejar listos los recursos de inconstitucionalidad contra la ley de consultas catalana y el decreto de firma de la convocatoria del referendo.

Y el ya exministro eludió asumir el fracaso en solitario y cargó veladamente no solo contra el propio Rajoy, sino contra todo el Gobierno. Aunque dijo que asumía su responsabilidad por no haber sido capaz de sacar adelante la reforma, insistió en que esta había sido un «encargo» del jefe del Ejecutivo y no era el fruto de un «documento interno» de su ministerio, sino que respondía «a la doctrina del PP, a su recurso contra la ley del 2010». Recordó además que el anteproyecto de ley fue aprobado por el Consejo de Ministros en pleno y que, por tanto, la reforma se presentaba con la «responsabilidad solidaria» de todo el Gobierno. «Hice lo que creí que debía hacer, lo que creí honestamente que se me había encargado por quien podía hacerlo», señaló el dimitido titular de Justicia sin poder ocultar su resquemor por haber tenido que asumir en solitario las consecuencias de un cambio de criterio del presidente del Gobierno.

El ministro llevaba tiempo sosteniendo una batalla interna no solo contra los dirigentes del PP que habían rechazado en público la reforma presentada, con el extremeño Monago y el gallego Feijoo a la cabeza, sino también contra miembros del Ejecutivo que, sin expresarlo claramente en público, eran contrarios a sacarla adelante en solitario, con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como máximo exponente. A pesar de ello, ayer sostuvo que hasta el mes de julio estuvo convencido de que la reforma se aprobaría. Fue a primeros del mes de agosto cuando, tras una reunión con Rajoy, comprendió que la ley no iba a salir adelante.

A las pocas horas, el Gobierno anunció a su sustituto, Rafael Catalá Polo, que hasta aquel momento número dos del Ministerio de Fomento, como secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda. Fue subsecretario de Estado de Justicia entre los años 2002 y 2004, cuando era ministro José María Michavila.