Margallo asegura que está probado que fue fuego israelí el que mató al cabo en el Líbano

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Rafa Alcaide | EFE

Los restos del casco azul llegan a Córdoba mientras la justicia militar abre una investigación al margen de la de la ONU

30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Naciones Unidas no será el único organismo que investigue la muerte del cabo español Francisco Javier Soria Toledo, fallecido el miércoles en el sur del Líbano en un bombardeo israelí. La justicia española también llevará a cabo sus diligencias.

La titular del Juzgado Togado Militar Territorial número 11 de Madrid, la comandante María Mercedes Alba Rodríguez, ya ha abierto diligencias previas y será ella quien coordine la autopsia y las primeras pesquisas, según establece la legislación castrense, que deja en manos de los tribunales militares de Madrid los presuntos delitos en los que se vean envueltos los militares en misiones en el extranjero. No obstante, luego la investigación podría recaer en la Audiencia Nacional, competente para investigar los delitos contra españoles en el extranjero.

El Gobierno ya señala sin ambages al Ejército hebreo. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer que «es probado que el soldado español murió como consecuencia de un bombardeo israelí que era consecuencia a su vez del ataque con cohetes por parte de Hezbolá». «Es probado también que 30 granadas cayeron en la línea azul, en la zona neutral, zona de separación de los contendientes y es probado también que el soldado español estaba en una posición fija dentro de la zona de demarcación de la ONU», resaltó el jefe de la diplomacia española. «La línea azul es perfectamente conocida por todas las partes que actúan en el Líbano y en Israel, es una zona establecida hace mucho tiempo y perfectamente situada y señalizada», recordó el responsable de Exteriores.

Es la conclusión que se desprende, según Margallo, de la reunión del Consejo de Seguridad celebrada de urgencia y de la información difundida por la ONU.

El ataúd, en Córdoba

Entretanto, los restos mortales del cabo Soria llegaron a media tarde de ayer a la base de Cerro Muriano, en Córdoba. En el mismo aeropuerto, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, presidió el acto de recepción del cadáver acompañado por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García Sánchez. Al acto, convertido en un breve homenaje, asistieron los familiares del fallecido, entre ellos su mujer, con un embarazo muy avanzado, sus padres y su hermana. La viuda, visiblemente abatida, permaneció durante unos minutos junto al ataúd. La emoción era palpable también entre los compañeros, que se abrazaban a uno de los soldados que acompañó los restos mortales desde el Líbano hasta España.

El féretro partió luego hacia el Instituto Anatómico Forense de Córdoba, para practicarle la autopsia. A las 11.00 horas de hoy en el cuartel de Cerro Muriano tendrá lugar el funeral. Se le impondrá al cabo la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo a título póstumo. Los restos mortales serán luego traslados a su Málaga natal, donde serán incinerados.