Susana Díaz antepone Andalucía al pacto que le plantea Pedro Sánchez

Mariluz Ferreiro CÁDIZ / ENVIADA ESPECIAL

ESPAÑA

Miguel Paquet | EFE

«Mi alianza es con los andaluces», dice la candidata socialista a la Junta

20 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El PSOE andaluz se envuelve en la bandera. Las avenidas de muchos pueblos del sur están cruzadas de pancartas socialistas. No son rojas. Son verdes. Con letras blancas. El espíritu del 28 de febrero, cuando Andalucía quiso apurar su propia taza de café. En su carrera, Susana Díaz no quiere desviarse de la cuestión. No permite que la distraiga ni Pedro Sánchez. La semana pasada, el secretario general del PSOE había tendido puentes con Díaz en plena campaña. «¡Forjemos tú y yo una nueva alianza con el resto de España!», lanzó en Vícar (Almería), en un acto electoral en el que ejerció de telonero. Una alianza para allanar el camino a San Telmo y a la Moncloa ante la que Díaz no acabó de pronunciarse. Pero ayer la candidata rompió el encanto. «Mi alianza es con los andaluces», aseguró.

Autonomía para Andalucía. Y autonomía para Díaz. «Yo estoy centrada en Andalucía, en los andaluces, en mi tierra y en que Andalucía dé el salto adelante que merece y no me voy a distraer en ninguna otra cosa», explicó. Solo propuso un pacto ayer, uno para blindar la sanidad pública.

Hoy Sánchez volverá a Sevilla para participar en el cierre de campaña. El tópico diría que el líder del partido viene a arroparla. Pero Díaz parece decir que en el PSOE no necesita que nadie la arrope. Ni siquiera el número uno. Por un lado van los galones. Por el otro, los votos.

Como no se vislumbra ninguna mayoría absoluta en el horizonte del Parlamento andaluz, los pactos continúan tensando las costuras de la campaña. Los aspirantes siguen lanzándose dardos. Sus partidos matizan, explican, señalan. Las alianzas que saldrán de Andalucía marcarán, para bien o para mal, el escenario político del resto de España.

La lista más votada

El candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, insiste en que hay que respetar la lista más votada. Pesa aquel globo sonda de la reforma electoral lanzada por el PP. Pero Susana Díaz, ganadora en las encuestas, dice que no se lo cree. Mariano Rajoy le dará mañana otra vuelta de tuerca al discurso cuando acompañe a Moreno en Sevilla.

Ciudadanos repite que dirá que no al PSOE, al PP y a Podemos, porque sería una traición a sus votantes. Nada de formar Gobierno con ellos. Otra cosa son los acuerdos puntuales. Y ahí habrá cortejo y negociación. Porque también eso puede pasarle factura en las próximas citas con las urnas.

Desde UPyD, formación que no sale bien parada de la previsible fragmentación del voto, lamentan que en los últimos días de campaña solo se hable de alianzas y «de reparto de cargos», del reparto del pastel.

El nuevo rompecabezas político va dejando su huella en la campaña con curiosos encajes. Mientras los de Sánchez Gordillo piden el voto para Podemos, Syriza se deja ver con Izquierda Unida. Stavros Karagounis, asesor de Alexis Tsipras, acudió ayer a un acto de Antonio Maíllo para orgullo de Alberto Garzón. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, había sido el telonero del mitin central con el que Tsipras cerró la campaña griega en Atenas. Si esto sucede en unas elecciones autonómicas, ¿qué no sucederá en las municipales?

¿Un problema de aforo o de capacidad de convocatoria?

Podemos y el Ayuntamiento de Dos Hermanas, gobernado por los socialistas desde hace 36 años, protagonizaron ayer una guerra de cifras a costa del aforo del mítico velódromo de esa localidad sevillana, donde el PSOE y el PP llegaron a reunir a casi 30.000 simpatizantes en actos electorales en pasados comicios. Podemos ha elegido este recinto para cerrar hoy su campaña en Andalucía, y sus organizadores dicen que su aforo estará completo, con las 14.000 personas que se prevé que asistan al evento, «el máximo legal», según Sergio Pascual, secretario de Organización de Podemos y jefe de la campaña andaluza.

La pregunta surge inmediatamente: ¿A qué se debe este baile de cifras? Desde el entorno del PSOE andaluz se ha apuntado a que Podemos teme el pinchazo y a no ser capaz de alcanzar los registros que lograron en su momento el PP y el PSOE. Pero desde Podemos se habla de razones técnicas y no de miedo al fracaso. «El aforo ha tenido que limitarse a 14.000 personas por seguridad», explicó el jefe de campaña de Podemos, «para aplicar el plan de autoprotección», que, entre otros cuestiones, determina cual es la capacidad máxima recomendable para garantizar la seguridad de un recinto en caso de emergencia, como un incendio.

Pero el Ayuntamiento de Dos Hermanas puso en cuestión esta explicación técnica. El portavoz del gobierno municipal, el concejal socialista Agustín Morón, defendió, en declaraciones a Europa Press, que el consistorio nazareno no impuso «ninguna limitación» de aforo al acto de Podemos, que se celebra en un lugar emblemático para el PSOE andaluz.

Unidad y una nueva mayoría

En cualquier caso, Pablo Iglesias pretende mostrar hoy en Dos Hermanas un partido sin fisuras de la mano de la candidata Teresa Rodríguez, alineada con el sector crítico de Pablo Echenique, en la primera cita electoral significativa para Podemos tras las elecciones europeas.

La formación emergente también se revolvió ayer contra la propuesta de liderar un frente de izquierdas y rechazó la mano tendida que le ofreció Julio Anguita en su regreso a la arena política. La respuesta al exlíder de IU vino de la mano del secretario de organización de Podemos, Sergio Pascual, quien cree que de lo que se trata no es de construir frentes, sino «una nueva mayoría social que aglutine a los andaluces».