El presidente marca las líneas rojas de la reforma constitucional

E. C. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Asegura que no está dispuesto a hablar de ningún cambio que suponga liquidar la unidad de España

20 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariano Rajoy volvió a hablar ayer de una posible reforma constitucional, como ha hecho en sus apariciones veraniegas desde que se entrevistó con el rey. El presidente señaló que se trata de una asunto «difícil y delicado», en el que se necesita saber «qué se quiere hacer, sentarse para tener el máximo consenso posible y buscar el momento». En todo caso, se abordaría en la próxima legislatura.

Pero lo que dejó claro es que no está dispuesto a hablar de ningún cambio que suponga liquidar la unidad de España. «Es evidente que mientras yo sea presidente del Gobierno no voy a hablar de la liquidación de la soberanía nacional», aseguró. «No voy a aceptar que se ponga en tela de juicio la unidad de España», tras recalcar que «lo que sea España lo decidirán todos los españoles y no una parte de ellos», aseguró. «A partir de ahí, se puede hablar», añadió. Respondía así a la propuesta del líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, que abogó por introducir una disposición adicional en la Constitución que «reconozca la especificidad de la identidad de Cataluña». Por su parte, el consejero de Presidencia, Francesc Homs, ha asegurado que el Gobierno catalán no considerará ninguna propuesta de reforma que no incluya el derecho a la autodeterminación de Cataluña.

Lo que no va a aceptar nunca

Rajoy insistió en que hay cosas que su partido no va a aceptar nunca, como la ruptura de «la soberanía nacional», de «la igualdad entre todos los españoles», de «la libertad y los derechos fundamentales» y de «la solidaridad entre ciudadanos».

La eventual reforma constitucional se ha convertido en un nuevo campo de batalla entre populares y socialistas. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, acusó ayer a Pedro Sánchez de estar «cada vez más bloqueado» y de ampararse en la necesidad de una reforma constitucional «para ocultar su incapacidad de proponer medidas realistas». La secretaria de Política Municipal del PSOE, Adriana Lastra, dijo que, al contrario que Rajoy, «los socialistas sí afrontamos el problema catalán con responsabilidad». Respondía así a la popular Andrea Levy, que criticó a Sánchez por defender en los mítines la bandera española y «rendirse al plantear llevarla a Cataluña».