Linde ve posible el corralito catalán y Mas amenaza con no pagar la deuda

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño LA VOZ EN BARCELONA

ESPAÑA

Artur Mas, acompañado por Romeva y Junqueras, calificó de inmoral la advertencia de Linde.
Artur Mas, acompañado por Romeva y Junqueras, calificó de inmoral la advertencia de Linde. QUIQUE GARCÍA | EFE

La advertencia del Banco de España sobre un control de capitales en caso de independencia eleva al máximo la tensión a seis días de las elecciones autonómicas del domingo

22 sep 2015 . Actualizado a las 08:49 h.

La campaña de las elecciones catalanas se ha movido desde su inicio en unos parámetros de duro enfrentamiento político. Pero ayer alcanzó el grado máximo de tensión después de que el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, advirtiera de que existe «riesgo» de que en Cataluña se produzca un «corralito» en caso de que Artur Mas siga adelante con su plan independentista. La respuesta del presidente catalán y líder de CDC fue mucho más allá de una réplica y consistió en una amenaza de no pagar la parte de la deuda española que le corresponde a Cataluña si el Gobierno no se aviene a negociar la independencia.

Linde no se limitó a advertir de la posibilidad de que hubiera un control de capitales que impidiera a los ahorradores disponer de los fondos que tienen en sus cuentas y depósitos bancarios, sino que comparó el clima de «tensión grave» que se podría producir en Cataluña en caso de que se consumara la independencia con el que se vivió en Argentina en el 2011 y el que acaba de atravesar Grecia. En ambos casos, con corralito de por medio.

El gobernador completó ese dramático escenario advirtiendo que, tal y como ha señalado ya la Comisión Europea, Cataluña saldría de forma «automática» del euro en caso de independencia y perdería, también de forma inmediata, el acceso a la financiación de la UE. En las filas secesionistas se esperaba el alud de posicionamientos en contra de la independencia de dirigentes extranjeros y de asociaciones empresariales. Pero no pensaron nunca en un ataque tan claro y directo del regulador y supervisor del sistema financiero español.

Estrategia del miedo

El hecho de que se compare la situación de Cataluña con la de Argentina y la de Grecia ha indignado especialmente, según confirmaron a La Voz fuentes de CDC. «Decir que en Cataluña hay riesgo de corralito si se independiza es inmoral, indecente y de una irresponsabilidad inmensa», clamó ayer Artur Mas, que enmarcó estas declaraciones en la «estrategia del miedo» que atribuyó a los poderes del Estado.

Pero, paradójicamente, su respuesta a quienes ponen en duda la viabilidad de su plan secesionista fue precisamente recurrir a la estrategia del miedo. Durante una rueda de prensa en Barcelona junto al líder de ERC, Oriol Junqueras, y el cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, Mas advirtió de que si el Estado español no se aviene a negociar la independencia, Cataluña dejaría de pagar la deuda pública que le corresponde sobre el total de la que tiene España. Algo que, según dijo, el país «no podría soportar», ya que tendría que asumir en solitario toda la deuda que le corresponde a Cataluña. «No hay más remedio que ponerse de acuerdo. El precio de no ponerse de acuerdo es impagable. De entrada para España. España no podría soportar un no acuerdo», señaló Artur Mas.

El gobernador del Banco de España encontró sin embargo en Cataluña un aliado donde menos se podía esperar. En las filas de Catalunya sí que es Pot, en las que se integra Podemos. Su cabeza de lista, Lluís Rabell, aseguró que ese tipo de declaraciones son una «fábrica de independentistas». Pero admitió que un corralito en Cataluña «podría ser una eventualidad en una determinada situación». Y el propio Pablo Iglesias eludió desmentir a Luis María Linde durante un acto en Hospitalet de Llobregat, aunque dijo rechazar las amenazas «apocalípticas».

En el mismo sentido, pero con más claridad, se manifestó Ramón Espadaler, candidato de Unió, socio de CDC hace muy poco, que consideró que existe un «riesgo cierto» de corralito, pero advirtió de que la solución no es el discurso del miedo. A seis días de las elecciones del domingo, la tensión está en máximos.

Dudas sobre el efecto en las urnas

Aunque el candidato del PP, Xabier García Albiol, recordó en esta campaña que la propia Generalitat contempla la posibilidad de un corralito, en las filas populares no tienen claro si este tipo de declaraciones juegan a su favor o alientan el independentismo. «A los ciudadanos hay que decirles la verdad, y lo que no podemos es callarnos porque eso pueda ser una fábrica de independentistas», reconocía ayer a La Voz un candidato del PP catalán.