El histórico socialista asturiano Antonio Trevín sigue los pasos de Eduardo Madina y también anuncia que deja el acta de diputado por discrepancias con Pedro Sánchez
09 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El primero que dio el paso fue Eduardo Madina. Ayer lo hizo Antonio Trevín, que también dimite como diputado. Ambos se significaron por su apoyo activo a Susana Díaz en las primarias, en las que la presidenta andaluza salió claramente derrotada. El goteo de renuncias son un reflejo de las heridas que quedaron abiertas tras el congreso federal en el que Pedro Sánchez refrendó su liderazgo. Tanto Madina como Trevín habían sido relegados por la nueva dirección socialista.
El expresidente del Principado de Asturias anunció ayer que en septiembre dejará su acta después de seis años en el Congreso por discrepancias con la línea política que está siguiendo el partido con Sánchez al frente. Trevín justificó su renuncia por el cambio en la «estrategia parlamentaria» que ha llevado a cabo la nueva dirección, que, dijo, considera legítimo tras la victoria de Sánchez, pero no comparte. Por tanto, «lo más honesto es dar un paso atrás», para emprender «una nueva etapa personal y profesional».
Confrontación
Aunque, añadió, que por lealtad al partido seguirá defendiendo sus convicciones internamente como militante de base, porque «el PSOE es un instrumento imprescindible en la arquitectura política e institucional de España y para la defensa de los trabajadores y colectivos con más dificultades sociales y económicas». Trevín alegó también que tampoco le gusta la nueva cultura política que se está instaurando en el PSOE, donde la fraternidad entre militantes, que siempre ha sido unas de sus señas de identidad, está siendo sustituida por la confrontación.
El político asturiano afirmó que no quiere convertirse «en una molestia para su propio grupo» porque, aunque siempre votaría y acataría lo que decidiese la mayoría, nunca iba a dejar de defender sus principios y su opinión. «Por eso lo más honesto cuando hay esa discrepancia política es no molestar, dar un paso atrás y dejar a los que tienen la legitimidad, a la actual mayoría, para que desarrolle la dirección que crea más oportuna del grupo», incidió.
Tras la victoria de Sánchez en las primarias. Trevín fue sustituido como portavoz socialista de la comisión de Interior del Congreso, donde fue relegado a una de las últimas filas de la bancada socialista, en el gallinero, y detrás de una columna.
A sus 61 años, Trevín es un histórico del socialismo asturiano. Fue alcalde Llanes, presidente del Principado, delegado del Gobierno y diputado. Después de la dimisión forzada de Sánchez en el comité federal del 1 de octubre del 2016, se convirtió en uno de los puntales de la gestora presidida por Javier Fernández y en ferviente susanista.
Defensor de la abstención
Defendió la abstención que permitió a Mariano Rajoy superar la sesión de investidura, arguyendo que era necesario «subordinar la ética de los principios a la ética de la responsabilidad». Asimismo, pidió a Sánchez que abandonase la «radicalidad de algunas de sus manifestaciones», en referencia a su no es no a Rajoy, porque provocaba «división» en el partido y favorecía a Podemos.
El presidente asturiano, Javier Fernández, advirtió ayer de que es obligación de la actual directiva intentar que hay integración. «No me gusta hablar de bandos, y sobre si va a haber integración o no, no voy a pronunciarme. Veremos en el futuro. Es la obligación de la ejecutiva, de la nueva dirección intentarlo, y desde luego, por parte de los militantes, también procurar que exista esa integración sin la cual es muy difícil la acción del partido», señaló el que fue presidente de la gestora. El grupo socialista en el Congreso se limitó a agradecer el trabajo realizado por Trevín y aseguró que respetaba su decisión personal.
La nula sintonía con la número dos de Ferraz, la asturiana Adriana Lastra, también ha contribuido a que Trevín arroje la toalla, Natalia González, que concurrió en el tercer puesto de la lista del PSOE por Asturias al Congreso en el 2016, señaló que reflexionará en agosto si toma o no posesión del escaño que queda vacante. El cuarto en la lista fue Adrián Barbón, alcalde de Laviana y candidato sanchista a la secretaría general de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE).