Cifuentes no dimitirá: «¿Por qué iba a hacerlo?»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Cifuentes muestra uno de los documentos que aportó, entre los que no estaba el trabajo final
Cifuentes muestra uno de los documentos que aportó, entre los que no estaba el trabajo final Víctor Lerena

La presidenta madrileña asegura en su comparecencia parlamentaria que su título de máster es «perfectamente legal y real», y dice que es víctima de una persecución política y personal

05 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristina Cifuentes no presentará su dimisión. «Por qué iba a hacerlo?», se preguntó la presidenta de la Comunidad de Madrid. Aseguró que dar un paso al lado es algo que «jamás» ha pasado por su cabeza a lo largo de estas dos semanas en las que se han puesto sobre la mesa varias irregularidades en la obtención de su título de máster en la Universidad Rey Juan Carlos. Lejos de presentar su dimisión, Cifuentes considera que su carrera política se verá reforzada tras el estallido de la polémica que todavía amenaza con poner fin a la legislatura, ya que Podemos y el PSOE presentarán una moción de censura, cuya viabilidad dependerá de Ciudadanos.

Tras casi medio mes evitando comparecer en público, la presidenta madrileña acudió ayer a la Cámara autonómica a petición de las fuerzas de la oposición para tratar de arrojar algo de luz a las importantes lagunas que rodean su título de posgrado. Lo hizo en un pleno extraordinario cargado de tensión en el que se presentó como víctima de una persecución política e incluso personal consecuencia de su «actitud de tolerancia cero contra la corrupción, venga de donde venga», argumentó. La dirigente popular denunció una campaña orquestada por parte de la izquierda «para ganar en los medios y en las redes lo que no han logrado en las urnas». Desde su punto de vista, el último de estos ataques «ha traspasado todas las líneas rojas, todos los principios éticos; se ha intentado destruir a la persona y no al adversario político», se quejó.

Cifuentes garantizó que se encuentra «tranquila» y aseguró que su título de máster «es perfectamente legal y real». «Ni mi currículo ni mis calificaciones han sido falsificadas ni falseadas», expuso con firmeza desde la tribuna de oradores. De este modo, considera que el Gobierno autonómico que encabeza no corre peligro porque en ningún caso ha incumplido el pacto que firmó en su día con Ciudadanos mediante el que logró ser investida, en el que uno de sus puntos recoge la dimisión automática de cualquier cargo que haya falseado su currículo académico. En todo caso, admitió que, al gobernar en minoría, tanto C’s como el resto de las fuerzas de la Cámara están legitimadas para intentar desalojarla del poder mediante dicha moción de censura.

Como señal de esa tranquilidad de la que ayer hizo gala a lo largo de toda la tarde, la dirigente madrileña anunció que ya había tramitado la querella contra los dos periodistas de Eldiario.es que han publicado estas informaciones. «Bajo el paraguas de la libertad de expresión no cabe todo», argumentó, al tiempo que admitió que, con independencia de lo que estime el juez de turno, los daños que han ocasionado a su imagen «tienen difícil reparación».

Sin novedades

Lo cierto es que, tal y como había vaticinado el propio Rajoy un día antes, Cifuentes fue incapaz de presentar grandes novedades en su argumentación defensiva, y se limitó a aportar una serie de documentos con los que pretendía demostrar que efectivamente había cursado y aprobado con limpieza el curso universitario: una copia de la matrícula del máster, el certificado académico, la calificación de su trabajo de fin de curso, una autorización suya a la universidad para hacer público dicho trabajo en caso de que aparezca, el justificante del pago por la expedición del título, un correo electrónico enviado por un catedrático pidiendo una rectificación en sus calificaciones y otra carta del mismo docente dirigida al rector garantizando que lo único que había sucedido con su caso fue un error de transcripción, y que este también afectó a otros alumnos. No obstante, sigue sin encontrar una copia de su trabajo final, una de las pruebas que se le reclama con más ahínco. «No recuerdo si lo he guardado o no, pero lo seguiré buscando», comentó la presidenta madrileña, tratando de restar importancia a un documento que pudo extraviarse, según ella, en alguna de las mudanzas de despacho o de domicilio en las que se ha visto inmersa en los últimos años. De todos modos, argumentó que, aunque ayer hubiese acudido a la Asamblea con una copia del documento en la mano, a la oposición seguiría sin parecerle suficiente. Entre las pequeñas novedades que introdujo en su relato relacionadas con este trabajo de fin de máster, ayer garantizó haberlo defendido de manera presencial «entre diez y quince minutos» en el campus que tiene la universidad en la localidad madrileña de Vicálvaro.

Sin embargo, se mostró incapaz de mostrar tanta claridad a la hora de responder si había realizado determinados exámenes y sobre su insignificante paso por las aulas, limitándose a justificarse en acuerdos específicos con los profesores, «algo que se hace con alumnos que trabajan o con responsabilidades», dijo.

Las dudas sobre el máster

Cifuentes mantiene que su máster es «perfectamente legal»

 

Las principales dudas sobre el máster que Cristina Cifuentes afirma haber realizado son:

El trabajo de fin de máster.

Ni Cifuentes ni la Universidad Rey Juan Carlos lo han presentado en público. Sería la prueba que disiparía las dudas que se ciernen sobre la presidenta, quien cree haberlo perdido en una mudanza.

El no presentado por error.

Pudo haber defendido su trabajo de fin de máster ante un tribunal, aunque un requisito para ello es tener todas las asignaturas aprobadas.

El tribunal.

Todos los miembros que supuestamente juzgaron su trabajo pertenecían a la Universidad Rey Juan Carlos, lo que incumple el reglamento de la institución.

Las firmas.

Según El Confidencial, dos de las tres firmas que figuran en el acta del tribunal sobre el trabajo del máster están falsificadas. Si es así, el responsable se enfrenta a un delito que puede acarrear una condena de cárcel.

Las fechas.

Son complicadas de cuadrar. Cifuentes se matriculó meses después de que empezaran las clases y su matrícula parece haberse emitido fuera de plazo. También dice haber defendido su trabajo de fin de máster el 2 de julio del 2012, el día que la selección española festejaba la Eurocopa en las calles de Madrid. Era la delegada del Gobierno.

La universidad no ataja la polémica.

El rector dio una rueda de prensa nada más destaparse el caso junto a los dos profesores de las asignaturas en las que Cifuentes dice que se le otorgó un no presentado por un error informático. La universidad abrió una investigación interna y la Conferencia de Rectores nombró a dos observadores externos para que colaboren en ella.