El nuevo ministro de Cultura, Màxim Huerta, ha publicado polémicos tuit sobre esta área de su departamento
07 jun 2018 . Actualizado a las 12:30 h.El deporte forma parte de la cartera de Cultura en el primer Ejecutivo de Sánchez, como sucedió en anteriores remodelaciones ministeriales. Y otra vez esa responsabilidad cae en una figura alejada de ese campo. Méndez de Vigo asumió el cargo con su afición a los caballos como casi único vínculo con el área, y su gestión resultó errática y muy criticada. La elección de Huerta vuelve a generar dudas.
Al instante de haberse conocido su nombramiento, afloraron antiguos mensajes en sus redes sociales en los que dejó patente en distintos momentos, en tono desenfadado, su total desapego por el deporte. Por eso se espera que cuente con una secretaría de Estado de peso. Atendiendo a los perfiles elegidos por Sánchez, no se descarta que recaiga en una figura mediática. Al lado de Huerta, este gozaría de una autonomía muy amplia para afrontar con decisión temas de calado, como aprobar una nueva ley del deporte, plasmar de forma efectiva el control de las federaciones, luchar contra la corrupción en un campo que mueve cientos de millones de euros y lograr un verdadero salto de financiación del sector con medidas decididas a favor del mecenazgo y el patrocinio de los atletas de alto nivel.