Los másteres y la forma de actuar de Cifuentes, Casado y Montón presentan similitudes, pero también diferencias
12 sep 2018 . Actualizado a las 07:10 h.El caso del máster de la expresidenta de Madrid Cristina Cifuentes fue el primero, y el primero que se saldó con una dimisión. Luego llegó el del nuevo presidente del PP, Pablo Casado, que permanece en el cargo, y ahora el de la ministra Carmen Montón, que ha acabado también dimitiendo. Entre los tres casos existen muchas similitudes, pero también notables diferencias.
¿En dónde cursaron supuestamente sus másteres?
Los tres lo hicieron en el mismo centro, la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), y los tres cursos estaban dirigidos por el catedrático Enrique Álvarez Conde, exdirector del Instituto de Derecho Público (IDP), actualmente imputado por un presunto delito de falsedad documental. Casado y Cifuentes hicieron un máster de Derecho Autonómico en 2008-2009 y 2011-2012, respectivamente, y Montón uno sobre Estudios Interdisciplinares de Género en 2010-2011.
¿Asistieron a clases para aprobar sus estudios?
Pablo Casado ha sido el único de los tres que reconoció desde el principio que no asistió a las clases. Afirma que intercambió su presencia por la presentación de cuatro trabajos. Cifuentes cambió de versión varias veces, aunque terminó admitiendo que no pisó las aulas, tal y como atestiguan varios alumnos que cursaron el mismo máster. Montón afirmó que, aunque se matriculó en septiembre, solo asistió asiduamente a clase a partir de enero, aunque no recuerda con exactitud a qué campus acudía.
¿Defendieron el trabajo de fin de máster?
Cifuentes asegura que lo realizó y que lo defendió, aunque no lo ha exhibido nunca. Afirma que lo perdió en una mudanza. Dos profesoras que firmaron el acta de la defensa de su trabajo aseguran que en realidad no lo hizo y que el acta es falsa. Casado explica que no hizo ni defendió ese trabajo porque la ley no exigía elaborarlo en el momento en que él realizó esos estudios y tampoco era necesario por tanto hacer una defensa del trabajo ante el tribunal. Montón aseguró que lo hizo, aunque no tuvo que defenderlo, pero, como se confirmó posteriormente, ese trabajo era en buena parte un plagio.
¿Se les convalidaron asignaturas?
A Cifuentes se le convalidaron tres asignaturas de doce, pero, según documentación aportada por El Diario.es, esto se hizo con actas también falsificadas. A Casado se le convalidaron 18 de las 22 asignaturas. Solo cursó cuatro, que aprobó, según asegura, con sendos trabajos. Montón indicó que ella no pidió la convalidación de ninguna asignatura, pero según la investigación periodística se le convalidaron materias por haber estudiado Medicina, cosa que no estaba permitida.
¿Tienen soporte informático para probar sus afirmaciones?
Cifuentes asegura que no dispone de correos que acrediten su versión porque enviaba sus trabajos por mensajero, no por coreo electrónico. Casado defiende que conserva todavía el ordenador en el que realizó los trabajos. Aunque la Fiscalía ha pedido que lo aporte a la instrucción de su caso, el líder del PP no lo ha hecho todavía. Montón aseguraba que no solo tiene en su poder el ordenador en el que hizo sus trabajos, sino también pendrives con los borradores.
¿Han presentado sus notas?
Cifuentes exhibió un acta de calificaciones, que se ha demostrado falsa, con cinco sobresalientes, tres notables y cuatro aprobados, y un 7,5 en el trabajo de fin de carrera. Casado aprobó con sobresaliente tres de las asignaturas que cursó gracias a cuatro trabajos que exhibió ante la prensa. Algo que resulta imposible porque la asistencia a clase suponía aun 10% de la nota. Caso similar es el de Montón, que obtuvo nueve sobresalientes sin asistir a clase.
¿Se falsificaron las notas con las que aprobaron?
En el caso de Cifuentes, sí. Dos asignaturas que constaban como no presentado acabaron siendo notables dos años después. La jueza que instruyó el caso entiende que la modificación de esas calificaciones se hizo con un acta falsificada. En el caso de Casado no hay evidencias de que se produjera una falsificación de notas o actas. En el de Montón, la propia universidad ha confirmado que sus notas fueron manipuladas cuatro meses después de que el curso finalizara. Un no presentado pasó a ser un aprobado. Su título está fechado en el 2012, cuando el curso acabó en el 2011.
¿Cómo reaccionaron cada uno de los tres?
Cifuentes estuvo un día sin reaccionar y luego lo negó todo, exhibió en un vídeo unas actas que resultaron ser falsas y presentó una querella contra los periodistas que publicaron la noticia de las irregularidades de su máster. Pablo Casado compareció ante la prensa en cuanto surgieron las noticias sobre su caso, al igual que Carmen Montón, que sin embargo sucumbió a la presión y dimitió.
¿Cómo reaccionaron el PP y el PSOE en cada caso?
En el caso de Cifuentes, el PP dejó en sus manos la defensa de su caso, sin implicarse, aunque en la convención nacional por iniciativa de Dolores de Cospedal todos le mostraron su apoyo. Finalmente, Rajoy exigió su dimisión tras filtrarse un vídeo en el que robaba unas cremas. Casado recibió desde el primer momento apoyo nítido de su partido, que lo puso como ejemplo de transparencia. Montón no recibió apoyos el primer día, pero sí ayer del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a pesar de lo cual acabó dimitiendo.
Una estrategia común consistente en desviar las culpas a la universidad
Un punto en común en las tres estrategias de defensa es la de aferrarse a que ellos se limitaron a seguir las indicaciones de la Universidad Rey Juan Carlos, tratando de desvincularse así de cualquier posible irregularidad en la obtención de sus títulos. Aunque tanto la expresidenta madrileña como el líder del PP y la ministra de Sanidad hablan de la dificultad de recordar cuestiones ocurridas hace muchos años, los tres se ponen la venda antes de la herida y advierten que, si en las investigaciones se detectaran irregularidades, a ellos no se les podría achacar nada.
La expresidenta madrileña es de momento la única imputada en la investigación
Los casos de Cristina Cifuentes y de Pablo Casado tienen en común que están ya judicializados, en tanto que el de Montón es de momento objeto de una investigación exclusivamente universitaria. La expresidenta madrileña, que presentó su dimisión del cargo y su renuncia como diputada, es una de las diez personas imputadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por el caso de las presuntas irregularidades en el Instituto de Derecho Público (IDP) en el que Cifuentes, Casado y Montón cursaron sus estudios. Cifuentes ya fue interrogada por el juez como investigada por estos hechos el pasado 23 de julio del 2018. En esa declaración, la expresidenta madrileña insistió en que hizo todos los trabajos y que defendió presencialmente el trabajo fin de máster (TFM), aunque luego lo perdió.
Casado, en manos del Supremo
En el caso del presidente del PP, Pablo Casado, al ser aforado como diputado nacional, la investigación iniciada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid acabó elevándose al Tribunal Supremo en todo lo que afecta al nuevo líder popular. Será el Supremo quien determine ahora si lo imputa o no en la causa. En el auto dirigido a este tribunal, la magistrada Carmen Rodríguez-Medel apreciaba «indicios de responsabilidad penal» en la obtención del máster por parte de Casado en la Universidad Rey Juan Carlos, ya que ha quedado «indiciariamente acreditado» que el máster se usaba «como regalo o prebenda» a alumnos «con una posición relevante en el ámbito político, institucional o que mantenían vínculos estrechos de amistad o de carácter profesional» con el catedrático Álvarez Conde, principal imputado en esta causa. La Fiscalía no ha expresado, de momento, su criterio contrario a que se acabe imputando a Casado.
La URJC investiga a Montón
Distinto es el caso que afecta a la exministra de Sanidad Carmen Montón, cuya participación en las posibles irregularidades no ha llevado de momento a que sea investigada en esta causa. Por ahora, el caso está siendo investigado desde el pasado mes de junio por la propia Universidad Rey Juan Carlos, en el marco de la indagación que se está llevando a cabo sobre todos los estudios impartidos por el Instituto de Derecho Público, a cuyo frente estaba Álvarez Conde, y que fue disuelto tras estallar el escándalo del caso Cifuentes.