Casado y Rivera libran una batalla particular por aplicar un 155 más duro y contundente en Cataluña

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

08 oct 2018 . Actualizado a las 07:43 h.

La derecha ha encontrado en la cuestión catalana y en particular en el independentismo su principal argumento de oposición contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Enfrascados en la batalla sin cuartel al soberanismo, el PP y Ciudadanos libran una batalla particular entre ellos, con la mirada en el retrovisor por el ascenso de Vox. Pablo Casado y Albert Rivera se disputan ante el electorado más conservador ser el más firme defensor de volver a aplicar el artículo 155, pero más duro, en Cataluña. 

«Hay que poner orden»

Los líderes del PP y de Ciudadanos pugnan casi a diario en una competición para ver quién consigue ser el más contundente contra el independentismo, pensando además en el desgaste del presidente del Gobierno, que insiste en hablar con Torra para reconducir la crisis catalana.

«Hay que poner orden en Cataluña», avisó ayer Casado en Albacete, en la clausura del congreso extraordinario del PP de Castilla-La Mancha. El popular abogó por la aplicación «urgente» del 155 «con la duración que haga falta». Este extremo sería posible, según el líder de los populares, gracias a la mayoría absoluta que su partido tiene en el Senado o tras las generales. El PP, dijo, pondrá en marcha el 155 sin esperar al PSOE ni a Ciudadanos.

La intervención de la autonomía, aplicada hace casi un año en Cataluña por primera vez desde la aprobación de la Constitución, sería más dura que la del año pasado e implicaría la suspensión de las competencias catalanas en educación, el control de los Mossos y de TV3, y la asunción por parte de la Administración central de las competencias penitenciarias que tiene asignadas la Generalitat.

Rivera, entretanto, instó al presidente del Gobierno, en un mitin en la plaza Sant Jaume, a pulsar el botón rojo del 155. «No se puede gobernar España con quien quiere romperla», afirmó. «Ante un golpe separatista continuado en el tiempo, hemos visto cómo el Gobierno de España ni está ni se le espera. Sánchez aún no ha dicho esta boca es mía», manifestó.