![Moreno se juega liderar el PP andaluz](https://img.lavdg.com/sc/D397lNTRYyPW98yp7uVQ2kI9NsA=/480x/2018/12/01/00121543695550137640445/Foto/2.jpg)
Ascendió a la presidencia del PP andaluz con la oposición de la entonces secretaria general, María Dolores de Cospedal, y gracias al apoyo de Santamaría, que convenció a Rajoy de que, a pesar de su extraño currículo menguante, era el hombre adecuado
02 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Juan Manuel Moreno Bonilla llevaba una vida política más o menos apacible y hasta prometedora en el PP. De la mano primero de Celia Villalobos, con la que fue concejal en Málaga, y después de la de su protector, Javier Arenas, llegó a ser presidente de Nuevas Generaciones en Andalucía, obtuvo un escaño en el Parlamento andaluz y fue nombrado secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Pero, tras el enésimo fracaso de Arenas en su intento de convertirse en presidente de la Junta de Andalucía, y después del efímero paso de Juan Ignacio Zoido por el liderazgo del PP andaluz, a este hombre de sonrisa fácil y aspecto de agente comercial, oficio al que se dedicó durante un tiempo, le llegó la hora de vivir en el filo.
Ascendió a la presidencia del PP andaluz con la oposición de la entonces secretaria general, María Dolores de Cospedal, y gracias al apoyo de Soraya Sáenz de Santamaría, que convenció a Rajoy de que, a pesar de su extraño currículo menguante, Moreno era el hombre adecuado para acabar con la hegemonía socialista. Pero en el 2015 la irrupción de Ciudadanos, que obtuvo nueve escaños, le dejó en unos escuálidos 17 diputados que, además, resultaban irrelevantes para formar mayoría, dado que Susana Díaz podía escoger entre Podemos o los de Rivera para seguir en la presidencia. En las primarias del PP, tras la salida de Rajoy, Moreno equivocó la apuesta y se la jugó apoyando a Sáenz de Santamaría. La evidencia de que las elecciones andaluzas se iban a adelantar llevó a Pablo Casado a sostenerlo como candidato ante la imposibilidad de articular una alternativa en tan breve espacio de tiempo.
Pero los problemas crecen para Moreno con la llegada de Vox. Y, a estas alturas, su reto se limita ya a no ser sobrepasado por Ciudadanos en estos comicios. Algo que, además de un serio revés para Casado, supondría el final del liderazgo de Moreno.