Chivite desafía a Pedro Sánchez y mantiene el pulso para negociar con Bildu su investidura en Navarra

G. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La secretaria general del PSN, María Chivite
La secretaria general del PSN, María Chivite Iñaki Porto | Efe

La secretaria general del PSN quiere impedir que Navarra Suma, la coalición del PP, Cs y UPN, logre la presidencia

05 jun 2019 . Actualizado a las 07:56 h.

Navarra puede convertirse en uno de los mayores quebraderos de cabeza para Pedro Sánchez en su intento de ser investido con el mínimo conflicto posible. Pese a que el líder socialista había ordenado frenar cualquier intento de que los socialistas navarros alcancen la presidencia de la Comunidad Foral mediante un acuerdo con Bildu y ni siquiera con la abstención del partido de Arnaldo Otegi, la secretaria general del PSN, María Chivite, desafió ayer esas directrices, mostrándose dispuesta a explorar todas las vías para impedir que Navarra Suma, la coalición del PP, Unión de Pueblo Navarro y Ciudadanos, que ganó las elecciones, se haga con la presidencia. «Volvemos a tener la oportunidad de liderar un Ejecutivo progresista y de izquierdas y cumpliremos nuestro compromiso», afirmó Chivite en un mensaje de Twitter. Aunque la preocupación por las consecuencias de ese desencuentro es grande, el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, se mostró convencido de que Chivite no está desafiando a la dirección del PSOE y aseguró de nuevo que los socialistas no van a pactar con Bildu.

Lo cierto es que Chivite mantiene su ronda de contactos con Geroa Bai, marca en la que se integra el PNV en Navarra, Podemos e I-E para tratar de alcanzar un acuerdo para su investidura. Y ese acuerdo sería imposible sin contar con la abstención de Bildu. Ábalos admitió que la situación es compleja porque para que el PSOE se haga con la presidencia de Navarra aparece una fuerza como Bildu, con la que no están dispuestos a pactar nada.

Otegi eleva la presión

«Esa es la cuestión que se ha de resolver, pero no hay ningún problema de desafío», señaló el ministro. Para la dirección del PSOE el problema no es solo aceptar que Chivite sea investida gracias a la abstención de la formación de Otegi, sino que un Gobierno regional obtenido con esa fórmula no tendría ninguna garantía de estabilidad, al depender de aquellos que «pretenden tener una visión involucionista y que practican un discurso, en buena medida, fundamentado en el odio», entre los que incluyó a Bildu y también a Vox.

Consciente de las dificultades del PSN, Otegi trató de presionar a Chivite afirmando que las decisiones sobre el gobierno de Navarra «no las tomará» ella, sino que se adoptarán en «Ferraz». El líder de la izquierda aberzale se mostró convencido de que habrá un «veto» desde el PSOE a la investidura de Chivite porque para ello sería necesaria la abstención de Bildu y eso haría que su partido fuera importante durante toda la legislatura.