El monarca ha reforzado el prestigio de la Corona afrontando obstáculos y modernizándola
20 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.«Una monarquía renovada para un tiempo nuevo». Esa es la promesa que hizo Felipe VI en su discurso de proclamación como rey de España. El nuevo jefe del Estado, que llegaba al trono en uno de los momentos más difíciles para la Corona, era consciente de que con él se abría una nueva era para los españoles, pero también una época de profunda transformación para la propia institución monárquica. Cinco años después, puede decirse que don Felipe no solo ha logrado su objetivo de encarnar esa monarquía renovada para un país que vive un tiempo nuevo, sino que ha resuelto con éxito en este período, marcado por su firme compromiso con la Constitución, encrucijadas históricas tan graves como las que afrontó su padre en los albores de la democracia.
Renovación
Transparencia y código ético. La boda del entonces príncipe de Asturias con la periodista y hoy reina Letizia constituyó ya un símbolo de un monarquía más acorde con su tiempo. Pero en estos cinco años, Felipe VI ha abordado cambios profundos dirigidos a salvaguardar el prestigio de la Corona, lastrado por el escándalo del caso Nóos, protagonizado por Iñaki Urdangarin y que afectó a la infanta Cristina, y por las polémicas que protagonizó Juan Carlos I en el final de su reinado. Por decisión suya, la familia real se redujo a los propios reyes, sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía y los reyes don Juan Carlos y doña Sofía. Retiró además a su hermana Cristina y a su marido el título de duques de Palma de Mallorca; impuso la transparencia en la institución, la auditoría externa de las cuentas y aprobó un estricto código de conducta no solo para la familia real, sino para todo el personal de la Zarzuela.
Cambio político
Papel arbitral. El reinado de Felipe VI ha coincidido con uno de los períodos de mayor inestabilidad política de la democracia, en el que el rey se ha visto obligado a ejercer su papel arbitral y a cumplir las obligaciones que le impone la Constitución con mucha mayor frecuencia que su padre. En solo estos cinco años, y como fruto de la fragmentación política y las dificultades para alcanzar consensos, ha mantenido ya seis rondas de consultas con los líderes de los partidos para proponer a un candidato a la presidencia del Gobierno y ha asistido a dos investiduras fallidas. En cuarenta años de reinado, don Juan Carlos solo celebró diez rondas de consultas y todas las investiduras salieron adelante. Y otro hecho excepcional es que en marzo del 2016 Mariano Rajoy se convirtió en el primer político encargado por el rey de formar Gobierno que renunció a asumir esa encomienda. «Su Majestad el Rey le ha ofrecido ser candidato a la Presidencia del Gobierno. Don Mariano Rajoy Brey ha agradecido a Su Majestad el Rey dicho ofrecimiento, que ha declinado», rezaba el insólito comunicado de la Casa del Rey. Poco después, Pedro Sánchez se convertía en el primer candidato en perder dos votaciones de investidura.
Cataluña
Un discurso histórico. El momento más excepcional del reinado de Felipe VI tuvo lugar sin duda 3 de octubre del 2017, en un discurso histórico dirigido a la nación y pronunciado dos días después del abierto desafío a la Constitución que supuso el ilegal referendo del 1 de octubre en Cataluña. En un clima de extraordinaria tensión social y división política, el hondo y firme pronunciamiento del rey en defensa de la Constitución y de la unidad de la nación tuvo un impacto decisivo en el consenso de los partidos democráticos a la hora de hacer frente con toda la fuerza democrática del Estado a un intento de romper la unidad de la nación consagrado en la Carta Magna. Si el discurso de don Juan Carlos durante el golpe de Estado del 23F fue determinante para acabar con la insurrección militar, el de don Felipe el 3 de octubre acusando a los líderes independentistas de haber demostrado «una deslealtad inadmisible» y de socavar «la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana» fue también decisivo para que se acabara aplicando por primera vez el artículo 155 de la Constitución y garantizado el orden constitucional en Cataluña. «Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones», aseguró el rey en esa jornada histórica.
40 años de Constitución
Reconocimiento a don Juan Carlos. En los cinco años de reinado no han faltado momentos de tensión en la propia familia real, como la celebración de los 40 años de las primeras elecciones democráticas, a la que no fue invitado don Juan Carlos, lo que llevó al rey emérito a expresar su disgusto. Algo que fue corregido en la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución, donde sí estuvo presente junto a la reina Sofía en los actos celebrados en el Congreso, en los que don Felipe hizo una encendida defensa del papel de su padre en la llegada de la democracia a España. El pasado 2 de junio, don Juan Carlos anunció su retirada total de la vida institucional.