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El candidato socialista vuelve a apurar al máximo los plazos, algo que en Podemos entienden como una clara negativa a negociar
29 ago 2019 . Actualizado a las 10:52 h.Pedro Sánchez ultima sus encuentros con líderes de la sociedad civil para afinar el documento con el que pretende presionar a Iglesias para que este lo apoye en un nuevo asalto a la investidura, al que solo se lanzará si tiene la garantía de triunfar. El candidato socialista presentará el lunes a la ejecutiva de su partido un texto en el que no faltarán guiños al electorado de Podemos con la intención de asfixiar a su secretario general. Y Sánchez continuará la próxima semana con un viaje al norte en el que arrancará sus entrevistas con los líderes de formaciones políticas con representación parlamentaria. En su agenda está previsto un encuentro con el presidente cántabro y presidente del PRC, Miguel Ángel Revilla, las únicas siglas que logró sumar a su causa en la fallida votación de investidura de julio, y al líder del PNV, Andoni Ortuzar, a los que les expondrá su programa de gobierno.
Sin embargo, el candidato socialista todavía dejará hasta la siguiente semana, la que comprende del lunes 9 al domingo 15 de septiembre, sus citas con los líderes del PP, Cs (no se descarta que Rivera vuelva a dar plantón) y Podemos, los únicos con capacidad de solucionar el sudoku de la investidura. Así lo desveló esta mañana el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos. De este modo, Sánchez vuelve a apurar los plazos al máximo, ya que después de estas entrevistas el rey todavía tendría que convocar y realizar una nueva ronda de consultas con los líderes de las formaciones políticas con representación en la Cámara Baja, lo que le llevará como mínimo dos días, y, si procediese, convocar a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para transmitirle que vuelve a proponer a Sánchez como candidato a la investidura.
En una lucha constante contra el crono, Batet debería acordar con Sánchez una fecha para celebrar un nuevo debate de investidura, que solo tendría cabida en la semana del lunes 16 al domingo 22, ya que al día siguiente, el lunes 23, concluye el plazo que concede la Constitución para nombrar a un jefe del Ejecutivo, por lo que se procedería a la disolución de Las Cortes, momento en el que las elecciones generales del 10 de noviembre se convertirán ya en una realidad.
Críticas en Podemos
En Podemos critican la actitud de Sánchez. Consideran que esta parsimonia solo puede entenderse como un evidente signo de que el presidente del Gobierno en funciones no tiene ninguna intención de negociar. Varios de los integrantes del equipo negociador que ha confeccionado la formación morada para tratar de llegar a un acuerdo que permita conformar un gobierno de coalición, como Pablo Echenique o Yolanda Díaz, han repetido a lo largo de los últimos días que el gran problema para que el asunto no acabase cuajando en julio fue precisamente la falta de tiempo.
La lucha contra el crono
Semana del 2 al 8 de septiembre
El lunes presenta en Ferraz el programa de gobierno a su ejecutiva.
El miércoles viaja al norte para reunirse con Revilla y Ortuzar.
Se prevé que concluya la semana viendo a líderes de otras formaciones minoritarias.
Semana del 9 al 15
Sánchez pretende fijar para principios de la semana reuniones con Casado, Iglesias y con Rivera, que podría volver a darle plantón.
El rey convoca a los líderes de las formaciones políticas. El tiempo estimado es de dos días.
Solo en caso de que cuente con los apoyos garantizados para la investidura, Sánchez comunicará a Felipe VI su intención de someterse a una nueva investidura. Entonces, sería nombrado candidato.
Batet y Sánchez tiene que fijar la fecha para la celebración de un nuevo debate.
Semana del 16 al 22
El Congreso acoge un nuevo debate de investidura. No hay unos tiempos determinados, que deberá fijar la Mesa, pero se estima que se necesiten al menos cuatro días. El formato es el mismo que en el pasado julio. Sánchez expone su programa de Gobierno. Los otros grupos fijan posición. Se procede a la primera votación, en la que necesita la mayoría absoluta de la Cámara. A las 48 horas se vota por segunda vez, en la que le basta con una mayoría simple (más síes que noes) para ser investido.
Lunes 23 de septiembre
Si ningún candidato ha logrado recabar la confianza de la Cámara Baja, se disuelven las Cortes y se convocan elecciones para el domingo 10 de noviembre.