Sánchez: «Si la gestión de las pensiones estuviese en manos de Podemos no dormiría tranquilo»

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Pedro Sánchez, durante la entrevista con La Sexta en la Moncloa
Pedro Sánchez, durante la entrevista con La Sexta en la Moncloa La Sexta

El presidente del Gobierno en funciones arremete con contundencia contra Pablo Iglesias en su primera entrevista tras el anuncio de la repetición electoral

20 sep 2019 . Actualizado a las 17:39 h.

El presidente del Gobierno en funciones eligió La Sexta y al omnipresente Antonio García Ferreras para su primera entrevista tras el anuncio de la repetición electoral. Si el martes Sánchez había utilizado la apertura en directo del Telediario de TVE para lanzar las primeras puñaladas a sus frustrados socios de Gobierno, este jueves trató de hacer un guiño al sector más izquierdista de la parrilla con su charla a la sombra de un Tàpies en los salones de la Moncloa.

Pedro Sánchez volvió a la receta precocinada en Ferraz, según la cual el objetivo a batir el 10N es doble: Pablo Iglesias y Albert Rivera, que se la juegan tras su arriesgada estrategia de bloquear la investidura. Hacia el presidente de Ciudadanos y el líder de Unidas Podemos (su antiguo mejor amigo o «socio preferente») fueron dirigidos los dardos más envenenados de la noche, en la que el rival histórico del socialismo, el PP, apenas pasó de puntillas por la conversación.

¿Por qué votar de nuevo?

Más allá de los sondeos y los consejos áulicos de gurús como Iván Redondo, en la calle se palpa una profunda indignación por tener que volver a votar. El temor a una desmovilización, sobre todo entre los sectores de izquierdas, sobrevuela la Moncloa, aunque Sánchez trató de arrojar luz frente a esta sombra enumerando los numerosos desafíos a los que se enfrenta el país y la necesidad de afrontarlos desde un Ejecutivo sólido y serio. «Tenemos que cerrar este período de inestabilidad», sentenció el secretario general del PSOE, que busca un apoyo mayoritario que no le obligue a forzar apoyos artificiales.

«Me llama mucho la atención que mis adversarios políticos digan que queremos ir a elecciones, porque PP y Ciudadanos podían haber evitado la repetición electoral con una abstención técnica. Y a Unidas Podemos le he ofrecido hasta cinco fórmulas diferentes para gobernar», respondió Pedro Sánchez ante las acusaciones de PP, Cs y Podemos de que, en realidad, siempre había buscado volver a las urnas. 

¿Gobierno de coalición?

La oferta a Podemos, según recalcó el líder socialista, ha caducado y el mensaje de cara al 10N es que el PSOE no volverá a intentar llegar a un acuerdo con la formación de Pablo Iglesias. Si en julio la desconfianza ya hizo imposible el pacto, desde entonces todos los puentes han sido dinamitados. «Hoy podría ser presidente del Gobierno, no en funciones, sino de un Gobierno de coalición en el que, por ejemplo, el ministro de Hacienda fuese una persona del círculo cercano a Pablo Iglesias. Pero si las pensiones de este país estuviesen en manos de personas sin experiencia de gestión pública, creo que no solamente yo, sino el 95 % de los ciudadanos, incluidos los votantes de Unidas Podemos, no dormiríamos tranquilos», sentenció. «Y esta misma noche tendríamos una crisis de Gobierno», auguró Sánchez, en referencia a Ada Colau y sus declaraciones sobre la respuesta pública que se dará en Cataluña a la sentencia del 1-O, dejando claro que la política territorial le separa radicalmente de Podemos.

¿Qué pasará el 11N?

«El PSOE ha estado donde siempre ha estado», respondió Sánchez a la pregunta de con quién va a pactar el 11N tras la repetición electoral, echando balones fuera cuando se le dio a escoger entre Ciudadanos y Podemos como «socio preferente».

De Albert Rivera llegó a decir, en referencia a su deriva hacia la derecha, que ha pasado «de azul a azul casi negro», por su giro ideológico en los pactos con PP y Vox. «Donde puede sumar con el PP y la ultraderecha, que no condena la violencia de género, ahí está apoyando Rivera, que quiere suspender una autonomía sine die», apuntó sobre el abismo que le distancia ahora de Rivera.

La irrupción de Errejón

Sobre la posible irrupción de Íñigo Errejón en la escena nacional, Sánchez apuntó que hay cosas «positivas y esperanzadoras» en su discurso político, y descartó que su candidatura le pueda restar votos al PSOE el 10 de noviembre. «Errejón ha dicho que él hubiese aceptado la propuesta que le hice a Iglesias de una vicepresidencia y tres ministerios». «Hay diferencias muy notables entre el señor Errejón y el señor Iglesias», zanjó.

El triple reto

Pedro Sánchez insistió en su tesis de que España necesita un Gobierno «serio y estable» para hacer frente al triple reto al que se enfrenta en cuestión no ya de meses, sino de semanas: un posible brexit salvaje el 31 de octubre, el enfriamiento de la economía europea y la respuesta política a la sentencia del Tribunal Supremo sobre el otoño secesionista del 2017 en Cataluña. 

El líder socialista se comprometió, por último, a incluir en su programa electoral las 370 medidas pactadas con la sociedad civil durante los últimos meses y, a mayores, avanzó que, si gana los comicios y se convierte en presidente del Gobierno, creará un comité que fiscalizará y contralará el cumplimiento de estas propuestas.