Tras el verano arranca el reto de aprobar los presupuestos

La Voz

ESPAÑA

26 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A la vuelta del verano, en un escenario marcado por la incertidumbre surgida de las elecciones del 12J y por la campaña electoral de los comicios catalanes, que probablemente sean convocados el 11 de agosto para celebrarse el 4 de octubre, el Gobierno afronta el reto de aprobar unos presupuestos para los que, a día de hoy, no cuenta con apoyos suficientes. El desafío, de cuyo resultado puede depender la continuidad de la legislatura, se presenta arduo. Hasta este momento, el Gobierno no había podido definir las líneas básicas al no conocer qué cantidad le correspondería de los fondos europeos. Ahora, los 140.000 millones de euros son un colchón amplio para negociar apoyos y plantear reformas sin dejar de poner el acento en las ayudas sociales. La batalla estará en mantener hasta el último momento la opción de pactar con Cs sin cerrar la puerta a ERC.

Calviño, contrapeso de Iglesias

Los malos resultados en Galicia y País Vasco podrían llevar a que los de Iglesias regresaran a sus exigencias de imponer una derogación completa de la reforma laboral o un impuesto a los ricos. Algo que sería prácticamente incompatible con el apoyo de Ciudadanos. El fracaso de Nadia Calviño en el asalto al Eurogrupo debilita la posición de la vicepresidenta económica, principal contrapeso de Pablo Iglesias en el Ejecutivo. Pero, tras superar las diferencias dentro del Gobierno, quedará escoger socio. El acuerdo con ERC y la mayoría de la investidura, el preferido en Moncloa, se presenta difícil en medio de una batalla electoral en Cataluña, con el partido de Carles Puigdemont presionando a los republicanos para que no pacten con el Gobierno español. El trámite de las cuentas públicas es largo y ERC podría optar por distanciarse en el arranque para volver al diálogo en el último tramo, tras las elecciones catalanas y antes de la votación final en diciembre.

Apostar de inicio por la vía de sumar al PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV y partidos pequeños es arriesgada, porque los naranjas, aunque están abiertos a ello, tendrían la capacidad de condicionar los presupuestos. El PSOE busca más bien su abstención a cambio de concesiones menores, pero pactando con ERC y poniendo a la vez la presión en el PP, invitándole a sumarse a un acuerdo imposible. Pero los populares podrían devolver la presión a Sánchez si optan por la vía Feijoo de plantear una dura oposición al Gobierno, pero abriéndose a pactos en materia económica. Algo para lo que los barones del PP, asfixiados económicamente, presionan a Casado. Una abstención pactada del PP en la votación del nuevo techo de gasto debilitaría a Podemos y ERC.