Cesado por la ruptura de la confianza en relación con el 8M y su fijación con Fernando Simón
19 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El coronel Diego Pérez de los Cobos accedió al mando de la Comandancia de Madrid en abril del 2018 como cargo de libre designación con el ministro del PP Juan Ignacio Zoido. Su papel durante el procés en Cataluña, donde fue nombrado por la autoridad judicial coordinador policial del referendo ilegal, le puso en el foco nacional. Pero el resultado de aquel desafío, las imágenes de las cargas, le acabó pasando factura.
De los Cobos ya no era un coronel más dentro de la Guardia Civil. A sus 57 años, su camino solo tenía un final: entrar en el selecto grupo de generales. Pero la pandemia se cruzó en su destino.
El 23 de marzo del 2020, nueve días después de declararse el estado de alarma, la jueza Carmen Rodríguez-Medel admitió una denuncia sobre la presunta responsabilidad penal del delegado del Gobierno en la autorización de concentraciones, entre ellas las marchas de la mujer. Esta causa, la del 8M, apuntaba al socialista José Manuel Franco. Pero la «pieza mayor» era la cara del Ejecutivo en la crisis sanitaria: el doctor Fernando Simón, a quien PP y Vox habían puesto en la diana.
Rodríguez-Medel, hija y nieta del cuerpo, comisionó como Policía Judicial a la Comandancia de Madrid. Pérez de los Cobos entró en escena. Su primer contacto con el equipo de Fernando Grande-Marlaska fue para «comunicar las novedades» sobre la investigación, a principios de abril. A las dos semanas informó de que la jueza no realizaría más pesquisas hasta finalizar el estado de alarma, pero ya un informe forense apuntaba que no se podía acreditar la «causalidad» entre las marchas y los contagios.
El 22 de mayo, Interior amanece con un informe de los subordinados de De los Cobos publicado por El Confidencial. El coronel no avisó sobre su remisión. Apuntaba a la responsabilidad de Simón. El director del Centro de Coordinación de Emergencias estaba cerca de «sentarse en el banquillo de los imputados» para conmoción del Gobierno. De los Cobos no contestaba a las llamadas de sus superiores pidiéndole explicaciones. 48 horas después, el documento llegó a Interior. Pudieron respirar tranquilos: los indicios que contenía eran «muy vagos». Y ni la jueza se atrevió a citar a Simón como imputado.
El 24 de mayo, De los Cobos fue cesado por «pérdida de confianza». Este martes, la Audiencia Nacional consideró legal su cese.