Los wasap revelan que el alcalde Almeida habló con Luis Medina durante las negociaciones de los contratos sanitarios

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Luis Medina, el pasado 8 de abril en Madrid
Luis Medina, el pasado 8 de abril en Madrid Jose Velasco | EUROPAPRESS

El aristócrata se juega otros cuatro años de cárcel por vaciar sus cuentas

13 abr 2022 . Actualizado a las 21:46 h.

José Luis Martínez Almeida contactó con Luis Medina en marzo del 2020, antes de que el aristócrata y su socio Alberto Luceño cobraran las comisiones millonarias por la venta del material sanitario al Ayuntamiento de Madrid y antes incluso de que se cerraran las adjudicaciones. Los wasaps incluidos en la investigación del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid apuntan a que el alcalde de la capital de España trató con los comisionistas durante la negociación de los contratos bajo investigación y no solo al final de la transacción para agradecer al hermano del duque de Feria el «regalo»  de varios miles de mascarillas al consistorio, tal y como sostiene el propio Martínez-Almeida.

«Buenas Elena. Confirma cuando enviáis contratos firmados, please» escribió Luceño por wasap a Elena Collado, alto cargo del área de Hacienda y Personal del Ayuntamiento, el 26 de marzo, al inicio de las negociaciones. «Mira a ver si está todo correcto en los contratos», respondió ella. «Perfecto. Gracias. Ya me ha dicho Luis (Medina) que le llamó Almeida», revela Luceño. «Pues he estado cinco horas con un material requisado y no me he enterado», confiesa la alto cargo de la alcaldía.

Los mensajes del sumario sobre el pelotazo de las mascarillas y otros artículos sanitarios del hijo de Naty Abascal y su socio también destapan que la relación entre los comisionistas y el ayuntamiento fue fluida y duró ocho meses a pesar de que los colaboradores del alcalde desde bien pronto comenzaron a sospechar que Medina y su socio les estaban engañando. «Por favor, llámame. Esto es lo peor que me ha pasado en la vida... Por Dios, dime algo. Nos han estafado seguro», le escribió Elena Collado a Luceño el8 de abril del 2020 a Alberto Luceño.

La zozobra de Collado era porque tras recibir unos guantes de mala calidad, muy lejos de los estándares prometidos por los dos imputados, la alto cargo había descubierto que en los supermercados de Madrid vendían a ocho céntimos de euros unos guantes idénticos por los que el consistorio acababa de pagar dos dólares. De hecho, le adjuntó una foto de la venta de los guantes en una gran superficie con el precio de venta al público.

El engaño era de tal calibre que el propio Luceño acabo rebajando el precio, al prescindir de sus comisiones, y devolviendo al consistorio 4,025 millones de dólares. Sin embargo, la relación del socio de Medina con el consistorio continuó mucho más tiempo.

Futuro judicial de Medina

El futuro judicial de Luis Medina se complica por momentos. Según desvelaron este miércoles a este periódico fuentes judiciales, el juez Adolfo Carretero, instructor del pelotazo de la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid, sopesa ya imputar al aristócrata un nuevo delito, el de «frustración de la ejecución» (antiguo alzamiento de bienes), después de descubrir que el comisionista solo tiene en sus cuentas en España 247,26 euros.

La sospecha del titular del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid es que en los últimos días, el hijo de Naty Abascal podría haber vaciado sus activos para esquivar el embargo que el juez, tras aceptar la querella de Anticorrupción, ordenó el pasado viernes en la causa en la que se investiga el presunto cobro de hasta 5 millones de euros en comisiones por la compra de material sanitario para la ciudad de Madrid durante la primera ola de la pandemia en la primavera del 2020. Medina habría tenido desde el miércoles de 6 abril, cuando Fiscalía hizo pública su querella, hasta el lunes 11 de abril, cuando se hicieron efectivos los embargos, para vaciar sus cuentas, aunque en el juzgado no se descarta que hubiera comenzado esa maniobra de ocultación en marzo, cuando se conocieron las primeras informaciones de que Anticorrupción tenía en su punto de mira los negocios del hermano del duque de Feria a cuenta de la covid.

De confirmarse que Luis Medina habría expoliado sus cuentas para evitar al embargo sumaría ese delito de «frustración de la ejecución» a las imputaciones ya formalizadas de estafa agravada, blanqueo de capitales y falsedad documental. Este supuesto alzamiento podría conllevarle cuatro años adicionales de prisión, ya que sería en su forma más grave, puesto que la cantidad ocultada superaría con creces los 50.000 euros.

Por lo pronto, el magistrado, tras comprobar lo exiguo del capital embargable, ha pedido a Anticorrupción y a las acusaciones que antes de cinco días le propongan nuevas medidas para «el aseguramiento de responsabilidades civiles», porque con esos 247 euros encontrados en las cuentas de Deutsche Bank ni de lejos da para cubrir una hipotética condena por el pelotazo del consistorio de la capital de España.

Velero y bonos

Según Anticorrupción, las transferencias recibidas por Luis Medina como comisionista en ese negocio bajo sospecha serían de un dólar por mascarilla (un millón de dólares en total, o sea unos 915.000 euros). De acuerdo con la querella de la Fiscalía, Medina invirtió ese dinero, entre otras cosas, en la compra de un velero Eagle 44, llamado Feria y por el que pagó 325.515 euros y que ya ha sido inmovilizado, y en dos bonos bancarios por valor de 400.000 euros. Pero el juez revela que, según le han informado, esos bonos ya no están en su poder y que el saldo de todas cuentas en España, todas en el Deutsche Bank, es de solo 247 euros.

El pasado martes, en el auto en el que admitía la personación del consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida, el magistrado Carretero ya insistía en la «gravedad» de los hechos investigados al tener lugar «en el momento más álgido de la pandemia» cuando había «miles de fallecimientos diarios».

Según la denuncia de Anticorrupción, Medina y su socio intervinieron en la firma tres contratos entre la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid -como compradora- y la compañía malaya EEE -como vendedora para adquirir material sanitario-. Según detalla la querella, las transferencias recibidas por el hijo de Naty Abascal corresponden a la comisión pactada entre la empresa asiática y él (un dólar por cada mascarilla).

La empresa Leno, usada por Medina y su socio, se hizo al final con los tres mayores contratos de toda la pandemia firmados por la funeraria de Madrid: 6,23 millones de euros por la compra de mascarillas, 4,62 millones por los guantes y 3,93 millones por los test rápidos.