La asamblea de la Alianza, en todo caso, servirá para escenificar las diferencias dentro del Gobierno. Unidas Podemos ha decidido no solo estar presente en las protestas contra la cumbre, sino también, en la medida de sus posibilidades, tratar de liderarlas. Eso sí, nadando y guardando la ropa. El movimiento pasa por airear las siglas de IU, y sobre todo las del PCE, para escenificar su rechazo histórico a la Alianza, pero al tiempo tratar de no comprometer la imagen institucional de la coalición. De hecho, desde Podemos anuncian que su intención es que en las protestas solo participen «cargos secundarios», lo que excluiría a Ione Belarra o Irene Montero. Sin embargo, la decisión final sobre la intervención de los ministros no estaría tomada.
Belarra, titular de Derechos Sociales, no se anduvo con rodeos ayer e insistió en que una parte del Gobierno está en contra de la gran apuesta internacional de la otra parte del Ejecutivo. «Hay que ser claros y contundentes: con balas no se come, con bombas no se cura y con tanques no se apagan incendios», espetó Belarra.