Marlaska respalda la actuación de Marruecos con la inmigración ilegal, «un trabajo que debe reconocerse»

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El ministro del Interior, Fernando Grade Marlaska con la comisaria de Asuntos de Interior de la Unión Europea, Yiva Johansson y el ministro de Interior marroquí, Abdeluafi Lafit en la reunión que mantuvieron en Rabat
El ministro del Interior, Fernando Grade Marlaska con la comisaria de Asuntos de Interior de la Unión Europea, Yiva Johansson y el ministro de Interior marroquí, Abdeluafi Lafit en la reunión que mantuvieron en Rabat Efe | EFE

La tragedia de la valla de Melilla se eleva a 58 víctimas entre muertos y desaparecidos, según las organizaciones de derechos humanos

08 jul 2022 . Actualizado a las 18:30 h.

Fernando Grande-Marlaska, en su primera visita a Rabat tras la tragedia en la valla de Melilla, no solo evitó cualquier reproche sobre lo ocurrido sino que insistió en defender la actuación de la policía alauí. «Marruecos está realizando un trabajo de contención de la migración irregular que debe reconocerse», afirmó el ministro del Interior este viernes desde Rabat, a donde acudió acompañado de la comisaria de Interior de la Unión Europea, Ylva Johansson, para encontrarse con el titular de Interior marroquí, Abdelouafi Laftit.

Grande-Marlaska, que dio por buena la cifra de 23 inmigrantes fallecidos que sigue sosteniendo Marruecos, siguió culpando de lo ocurrido a las supuestas «mafias» que, dijo una vez más, fueron las que empujaron a los inmigrantes al mortal salto masivo del 24 de junio.

Los números oficiales no coinciden con los datos de las organizaciones de derechos humanos y los propios supervivientes. De acuerdo con las estimaciones de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), aquel viernes negro tal y como le denominan ya los propios subsaharianos, se saldó con no menos de 58 víctimas, entre muertos confirmados y los desaparecidos, casos que la AMDH afirma tener ya «documentados».

La AMDH, ante la determinación de las autoridades marroquíes de echar tierra cuanto antes a aquellos sucesos y no facilitar listados de fallecidos, hace días que puso en marcha una iniciativa para tratar de clarificar la envergadura de la tragedia y saber exactamente cuántos inmigrantes fallecieron durante las avalanchas y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que se produjeron cuando cerca de 2.500 subsaharianos (la mayoría sudaneses), en uno de los saltos más violentos que se recuerdan, trataron de entrar a la fuerza en Melilla tras forzar una cancela del perímetro fronterizo.

La Asociación Marroquí de Derechos Humanos no descarta que el balance mortal de los sucesos del 24 de junio siga aumentando, ya que se desconoce cuántos cadáveres han inhumando las autoridades marroquíes (en secreto, sin identificar y sin autopsia) tanto en los cementerios de Nador como en otros camposantos de ciudades fronterizas con el Sáhara, donde horas después del salto masivo fueron deportados cerca de un millar de simpapeles entre ellos varios heridos graves que acabaron muriendo.

Rabat sostiene que fue un asalto muy bien estudiado

Las autoridades de Marruecos indicaron que el asalto a la valla de Melilla a finales de junio por parte de cientos de migrantes fue «premeditado y planificado» y «se ejecutó de forma bien estudiada, lejos de los intentos habituales». El portavoz del Gobierno marroquí, Mustafá Baitas, dijo que los migrantes recurrieron a métodos de «gran violencia» contra las fuerzas de seguridad e informó que las autoridades enviaron una delegación a la zona para analizar la situación en la ciudad de Nador. También señaló que se está llevado a cabo una investigación judicial sobre lo ocurrido.