El presidente catalán se apoya en el informe encargado a un grupo de expertos
16 oct 2023 . Actualizado a las 20:27 h.El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, defendió este lunes la celebración de un referendo en Cataluña sobre la independencia, como en Escocia, con pregunta clara y respuesta binaria, como mecanismo para resolver el conflicto político. En plenas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, Aragonès sigue dando pasos en su reivindicación soberanista. Los republicanos tratan de marcar perfil secesionista ante el protagonismo casi único de Carles Puigdemont en las conversaciones con los socialistas.
Su gran apuesta de la legislatura, que expira en 2025, es alcanzar un acuerdo de claridad con el Gobierno central, inspirado en el modelo canadiense, para pactar los términos de una consulta soberanista. Durante el debate de política general, Aragonès exigió a Sánchez pactar antes de 2027 las condiciones para poder realizar un referendo. Días después, ERC y Junts aprobaron una moción en el Parlamento catalán que vinculó su apoyo a la investidura a que Sánchez se comprometa a trabajar en las condiciones de una consulta sobre la independencia. Esas exigencias siguen vigentes.
Aragonès insiste en continuar avanzando en la vía soberanista, a pesar de la negativa de los socialistas a negociar una consulta. A su juicio, un referendo sobre la independencia, votado en Cataluña es «posible, viable, legal» y puede ser una solución «compartida para la resolución del conflicto con el Estado», según afirmó este lunes desde el Palau de la Generalitat.
El presidente catalán ya tiene sobre la mesa de su despacho el informe que encargó a un grupo de expertos sobre las posibilidades que existen de celebrar un referendo. El equipo académico que le ha asesorado ha identificado cinco fórmulas de consulta para votar sobre el «futuro político de Cataluña», además de dos opciones alternativas.
Aragonès apuesta por la primera fórmula planteada por los académicos. Habla de una consulta a la ciudadanía de Cataluña sobre la conveniencia de que el «Parlamento catalán inicie un proceso de reforma constitucional que podría contemplar la independencia». «Nuestra propuesta es muy clara, un referendo sobre la independencia de Cataluña en Cataluña, y que la ciudadanía se pronuncie con un sí o un no», aseguró el presidente catalán. Y si el resultado es favorable a la secesión, «tendrá que implementarse», avisó, tras celebrar un consejo de gobierno extraordinario para darle toda la solemnidad a la apuesta por el referendo.
Puigdemont no se fía
Tras la investidura, tanto si Sánchez sale elegido como si no, Aragonès convocará a una mesa de partidos catalanes para buscar un consenso. De momento, ninguna formación, salvo los comunes, le compra la idea de un acuerdo de claridad. También encargará un informe sobre los «instrumentos jurídicos» para llevar a cabo la consulta. Aragonès trató de desvincular la presentación del contexto de la investidura. «Cada cosa tiene su ámbito», aseguró. «Las condiciones ya están puestas, con el informe no hay condiciones nuevas», advirtió.
El informe contempla otras fórmulas para consultar a la ciudadanía. Incluso contempla que se pueda someter a votación la cuestión de Cataluña en toda España, lo que ha causado malestar en sectores del independentismo.
El expresidente catalán Carles Puigdemont llamó este lunes a tomar todas las «precauciones posibles» en el proceso negociador para la investidura de Sánchez. A su juicio, lo que denomina los «poderes profundos» del Estado «convierten los acuerdos políticos en papel de fumar». Y puso como ejemplo el caso de Lluís Companys, que fue amnistiado durante la Segunda República y fusilado durante el franquismo.