El futuro de Nadia Calviño y Félix Bolaños condiciona el nuevo Gobierno

Francisco Espiñeira Fandiño
F. Espiñeira REDACCIÓN

ESPAÑA

Calviño y Bolaños, junto a Isabel Rodríguez, antes de una rueda de prensa posterior a un Consejo de Ministros celebrado el 6 de junio
Calviño y Bolaños, junto a Isabel Rodríguez, antes de una rueda de prensa posterior a un Consejo de Ministros celebrado el 6 de junio Chema Moya | EFE

La vicepresidenta económica afronta el 8 de diciembre la votación para el BEI

20 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es evidente que el 20N —fecha de la muerte del dictador Franco en 1975, hace 48 años— es una fecha de gran valor simbólico, pero seguro que no condiciona la agenda del presidente», afirma una fuente socialista bien conectada con los despachos de Ferraz sobre el retraso, previsiblemente hasta hoy, del anuncio del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.

Sea cierto o no el interés en rentabilizar la efeméride, la realidad es que el entorno del reelecto presidente mantiene el mutismo más absoluto sobre la composición del nuevo Gobierno. No ha trascendido siquiera el número de ministerios que gestionará Sumar. Y mucho menos qué carteras desaparecerán o si habrá alguna de nueva nomenclatura.

La pieza central del sudoku que supone nombrar al nuevo Gobierno radica en el área económica. El futuro de Nadia Calviño en el Banco Europeo de Inversiones no se decidirá al menos hasta el 8 de diciembre —fecha en la que está convocada la elección para que el organismo elija un nuevo presidente—, aunque ni siquiera es seguro que esa elección vaya a tener lugar. Mientras tanto, Sánchez aboga por mantener a su principal escudo ante la ortodoxia financiera de Bruselas cerca, aunque tenga que prescindir de ella en menos de veinte días. Algunos analistas afines al PSOE aseguran que la intención inicial de Pedro Sánchez es ratificar a las vicepresidentas —la propia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera— en sus actuales responsabilidades. Ello retrasaría un movimiento clave para garantizar la estabilidad del Gobierno y que podría aumentar el peso de ministros como María Jesús Montero, titular de Hacienda, número 2 de Sánchez en el PSOE y pieza imprescindible en las negociaciones para la investidura con partidos como el BNG, el PNV, Bildu y Coalición Canaria. También entraría en esa rueda de aspirantes a aumentar su peso José Luis Escrivá, titular de Seguridad Social y Migraciones, aunque su choque con las comunidades autónomas —hasta once y Ceuta y Melilla están gobernadas por el PP— lastran sus posibilidades por su escasa predisposición a la negociación.

Controlar la amnistía

Y aunque la economía será muy importante en un período de enfriamiento mundial, la verdadera clave de bóveda del mandato está en la aplicación de la ley de amnistía suscrita con Junts y ERC. El muñidor del texto legal ha sido Félix Bolaños, un político que, con altibajos, ha sido siempre utilizado por Pedro Sánchez para las negociaciones más complejas. El creciente enfado de todas las áreas del poder judicial podrían poner en riesgo la medida de gracia, por lo que Sánchez medita encargarle la difícil misión de aminorar el malestar de los magistrados y fiscales a su apagafuegos de confianza.

Mientras no se definan esas dos piezas —más el rol final de Sumar—, el resto de movimientos tendrán que esperar. Este lunes, 72 horas después de prometer su cargo y en el simbólico 20N, se espera que Pedro Sánchez ponga en marcha la maquinaria del Ejecutivo y ponga fin a la incertidumbre de los que aún son ministros y de los que aspiran a serlo para arrancar de verdad la legislatura.

GAD3 vaticina una subida del PP de más de 10 diputados

GAD3, en una encuesta para Telecinco, recoge un impacto muy negativo para el bloque de izquierdas tras la investidura de Sánchez. El PP se dispararía al menos diez diputados (entre 147 y 153) y sumaría la mayoría absoluta con Vox pese a su bajada (27-31). El PSOE perdería hasta 13 diputados (108-111) y Sumar, hasta cinco. Por su parte, Invimark, para La Sexta, coloca al PP en el 36 % de los votos, 3,1 puntos más que el PSOE, los dos únicos partidos que subirían, mientras que Sumar y Vox se hallarían en empate técnico con el 9,9 y el 9,7 % respectivamente.