De «estafa electoral» al «salvamos la economía, mal que les pese», en el duelo en el Congreso

cristina cándido MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, durante la sesión de control al Gobierno
El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, durante la sesión de control al Gobierno Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Miguel Tellado, Álvarez de Toledo y González Pons confrontan con Bolaños, Yolanda Díaz y Calviño en la primera sesión de control al Gobierno

14 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los nuevos cargos parlamentarios del PP se estrenaron ayer en el Congreso en la primera sesión de control al nuevo Ejecutivo, que estuvo marcada por la amnistía y los pactos del PSOE con los partidos independentistas. Miguel Tellado, Cayetana Álvarez de Toledo y Esteban González Pons fueron los encargados de mantener las principales contiendas dialécticas frente a Yolanda Díaz, Félix Bolaños y Fernando Grande-Marlaska.

Tellado, que debutó como portavoz del Grupo Popular precedido por su fama de «perfil duro», arremetió contra la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, responsabilizándola de ser «la ministra de los récords», aludiendo al «maquillaje» que, a su juicio, presentan las cifras del paro. Pero fue con su pregunta sobre si la estabilidad del Gobierno se va a ver comprometida por la ruptura de la coalición que lidera cuando puso toda la carne en el asador. «El grupo antes llamado Sumar y ahora Restar», ironizó, «es una gran estafa electoral» por romper en tiempo «récord» la coalición.

Díaz recogió el guante y replicó a Tellado que si está en ese puesto es por practicar «la bronca, el insulto y el ruido». Se remontó a los tiempos de «estabilidad» del Ejecutivo de Mariano Rajoy y sus viernes de «dolores», cuando «recortaban la sanidad y la educación pública» mientras «repartían sobres de dinero negro en las sedes del PP», para contrastarlo con la solidez que promete su Gobierno. Y, haciendo uso de su archiconocido «le voy a dar unos datos», respondió con una batería de cifras. «Sí, mi Gobierno seguirá dando estabilidad y seguridad a las familias pese a ustedes», zanjó Díaz.

La ley de amnistía y jueces

Cayetana Álvarez de Toledo fue la encargada de confrontar con Bolaños por la ley de amnistía. Espetó al ministro de Justicia que, para él, «la convivencia es la indecencia», y recriminó que Sánchez se ha convertido en presidente gracias a «una transacción corrupta». Denunció que la amnistía es la «demolición del Estado de derecho». «No serán ustedes más que un humillado paréntesis en la historia de España», recalcó.

«No voy a utilizar su tono faltón, su tono altivo», abrió Bolaños su turno, para felicitar a la dirigente popular por regresar a la primera línea del nuevo PP, «donde ser ultra es un mérito para tener puestos de responsabilidad». Aludió a su viaje a Argentina para asistir a la toma de posesión del presidente Javier Milei, y aseguró que el problema que tiene España hoy no es la ley de amnistía, sino que el partido de Feijoo ha comprado el «discurso ultraderechista de Vox». Y preguntó al PP de «quiénes se siente más cerca», si «de los energúmenos violentos que cantan el Cara al sol en Ferraz» o del PSOE.

González Pons planteó al ministro del Interior si, en su opinión, «los jueces en España prevarican». «Le cuesta decir que los jueces en España no prevarican», le echó en cara. El titular de Interior replicó acusando a González Pons de «extender bulos para poner en duda la legitimidad del proceso electoral del 23J o para imputar graves delitos a la Guardia Civil cuando ocurrió la tragedia de la valla de Melilla, así como poniendo en duda a funcionarios del Estado» como los letrados del Congreso.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, dibujó un escenario catastrofista de la economía para luego atacar a la aún ministra del ramo, Nadia Calviño, con la marcha de esta a la presidencia del Banco de Inversiones Europeo en un tenso duelo. «Enhorabuena, por fin consigue salir del Gobierno», ironizó Gamarra, antes de recordar que uno de cada cuatro españoles «vive en riesgo de pobreza».

«Muchas gracias, señora Gamarra, pero ni para eso ha tenido usted clase», respondió Calviño, quien defendió el balance de su gestión y ensalzó hitos como la llegada de los fondos europeos y una inflación «bajo control». «Salvamos la economía, mal que les pese», lanzó.