La confrontación por la amnistía sitúa a Felipe VI ante otro discurso difícil
ESPAÑA
![La princesa Leonor, junto a su padre, el rey Felipe VI, ambos con las Medallas del Congreso y Senado, tras jurar la Constitución](https://img.lavdg.com/sc/H6EbfAoS29HHRwdeyVW3PqRqW48=/480x/2023/10/31/00121698753661547327868/Foto/efe_20231031_115327498.jpg)
Encara la Nochebuena con poco margen frente a la hostilidad entre PSOE y PP
24 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Nunca lo ha tenido fácil. Felipe VI heredó la Corona en 2014 en medio de una grave crisis institucional que contribuyó a alimentar su padre, Juan Carlos I. Desde entonces, ha tenido que hacer frente a escenarios políticos tan propicios para contribuir a su legitimación como complejos de gestionar. La respuesta a la ofensiva independentista de 2017 marcó un hito claro en su trayectoria. Ahora, la confrontación por la amnistía del procés, vuelve a conceder al tradicional discurso de Nochebuena del monarca especial trascendencia.
Los escasos sondeos publicados apuntan a que la intervención del jefe del Estado con su comparecencia televisada del 3 de octubre de hace seis años contribuyó a fortalecer su figura en España tanto como a elevar la desafección de una parte significativa de Cataluña.
Papel del secesionismo
El terreno que pisa en estos momentos el rey es quizá algo menos pantanoso, pero tiene dificultades añadidas. Hoy, el papel institucional que desempeñan la izquierda republicana y el independentismo catalán y vasco, de los que depende el Gobierno de coalición, es mucho mayor que entonces, pese a tener menor representación. Pero además ha cobrado visibilidad, en las manifestaciones contra las cesiones socialistas, una derecha extrema antimonárquica que cuestiona su figura. Varios actos en los que ha participado en los últimos meses Felipe VI con Pedro Sánchez han servido para verlo con un rictus extremadamente serio y un inhabitual ceño fruncido. En el entorno del presidente no se dan por aludidos.
Aseguran que la relación con el monarca es «extraordinaria» pese a las críticas de la oposición, también por decisiones como la de permitir la tramitación de una reforma del Código Penal propuesta por Sumar para despenalizar las injurias al rey.
No niegan aun así que la situación pueda resultarle incómoda. El discurso que el rey ofrecerá en Nochebuena tiene como precedente el del pasado 29 de noviembre en el Congreso con motivo de la sesión solemne de apertura de la XV legislatura. La diferencia es que este tiene un público potencial mucho mayor. El discurso de Nochebuena más visto de Felipe VI hasta ahora fue —descontado el del año de la pandemia, 2020, que casi llegó a los 10,5 millones de espectadores y un 70,3% de cuota de pantalla— el que siguió a su proclamación, con 8,2 millones y una cuota de pantalla del 73,4%.
Ante las Cortes generales —cuando el PSOE acababa de poner fecha a su primera reunión con el expresidente catalán Carles Puigdemont, prófugo de la justicia— el monarca realizó un contundente alegato a favor del pacto del 78 que hoy cuestionan los aliados del Gobierno; subrayó que España es una «realidad compartida» desde hace «siglos», pidió orientar la política a los jóvenes para legarles una nación «sólida y unida» y reivindicó la Constitución como «expresión del entendimiento mutuo» y pacto que reconoce la «diversidad y pluralidad» del país.
Principios constitucionales
También subrayó, frente a quienes denostan la monarquía como herencia del franquismo, su sometimiento a los «valores y principios constitucionales. Es probable que hoy se repita buena parte de ese mensaje, previamente revisado, como es habitual, por el Gobierno, sin cuyo refrendo los actos del Rey carecen de validez. También cabe esperar que cada partido haga su propia interpretación del mismo. Nadie puede esperar, en todo caso, que vaya mucho más lejos. El clima de polarización que sacude la vida política y separa a los dos principales partidos españoles es para una jefatura sin funciones más allá de lo representativo, pero al mismo tiempo calificada por la Carta Magna como «símbolo de la unidad y permanencia» del Estado, difícil de transitar.
La princesa Leonor irrumpe en escena
A los reyes les costó dar el paso. Cuando Felipe VI fue proclamado rey de España, Leonor iba camino de los nueve años y Sofía había cumplido los siete apenas dos meses antes. La princesa de Asturias se convirtió de hecho aquel 19 de junio de 2014 en la heredera al trono más joven de Europa. Don Felipe y doña Letizia, que como príncipes hicieron lo imposible para que sus hijas crecieran alejadas del foco mediático, se cuidaron muy mucho de exponer a la princesa Leonor y a la infanta Sofía durante los primeros años de reinado. De hecho, no fueron pocas las críticas que recibieron por las contadas ocasiones en las que se las veía a lo largo del año.
En 2018 algo cambió. El 30 de enero, el mismo día en que el rey cumplió los 50, Leonor recibió el Toisón de Oro; en septiembre, la princesa apareció por primera vez en la agenda de la Casa Real, con motivo de su visita junto a sus padres y su hermana al Real Sitio de Covadonga. Y el 31 de octubre, en su trece cumpleaños, leyó el primer capítulo de la Constitución en la que supuso su primera intervención pública. De hecho, la imagen de aquel día del rey con la princesa Leonor fue la que protagonizó el discurso de don Felipe la Nochebuena de 2018.
Hay pocas dudas de que este año la fotografía que reinará en el escenario elegido por Felipe VI para dirigirse este domingo a la nación será la de Leonor jurando la Constitución. Este pasado 31 de octubre, la princesa de Asturias no solo alcanzó la mayoría de edad, con todo lo que ello supone en la vida de una joven, sino que cumplió en el Congreso el requisito indispensable para colocarse la corona si fuera ya preciso.
Los pasos dados en este último lustro por la heredera al trono han estado medidos al milímetro, han sido cortos pero firmes. Zarzuela, eso sí, jugó con una baza; encontró en la formación que había recibido su padre el mejor espejo en que reflejarse. Tomó como base las fechas significativas y desechó la continua exposición mediática que vivió el príncipe Felipe en su niñez y juventud. Al igual que el rey, la princesa Leonor pronunció su primer discurso propio en Oviedo, en los premios que llevan el nombre del heredero de la Corona, y empezó a tomar soltura en actos públicos, la mayoría de veces acompañada de sus padres y hermana.
Ha llegado el momento, entienden en Zarzuela, de potenciar la imagen de la heredera de la Corona. De hecho, desde que inició su formación militar Casa Real ha distribuido más imágenes de la princesa Leonor que en los 17 años anteriores. Nunca se dudó en palacio de que los españoles conectarían con la primogénita de los reyes Felipe y Letizia en cuanto se diera a conocer.