Imputados tres mandos por la muerte de dos militares en la localidad cordobesa de Cerro Muriano

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Una ambulancia militar y un coche de la Guardia Civil en la zona donde se encontraron a los dos militares desaparecidos
Una ambulancia militar y un coche de la Guardia Civil en la zona donde se encontraron a los dos militares desaparecidos Salas | EFE

Son el capitán, el teniente y el sargento que estaban al frente de la maniobras

19 ene 2024 . Actualizado a las 22:41 h.

El tribunal militar que investiga la muerte por ahogamiento de dos militares el pasado 21 diciembre en la base de Cerro Muriano (Córdoba) ha acordado la imputación del capitán encargado de las maniobras, además de otros dos mandos, según han informado a Efe fuentes cercanas al caso.

Concretamente, el juez del Tribunal Togado Militar 21 de Sevilla, que investiga lo ocurrido tras la inhibición del Juzgado de Instrucción 4 de Córdoba, ha decidido imputar al capitán, retirado de inmediato de sus funciones por el Ministerio de Defensa tras el suceso, a un teniente y a un sargento presentes en el ejercicio acuático.

Según las fuentes, los imputados podrían haber incurrido en un delito contra la eficacia del servicio, que se produce cuando el militar incumple sus deberes fundamentales causando «grave daño en los medios o recursos de las Fuerzas Armadas o en las personas, o riesgo para el servicio o para la seguridad de una fuerza, unidad o establecimiento de las Fuerzas Armadas». 

Sobrecarga en la mochila como castigo

Unos 20 militares de los 60 que iban a hacer maniobras en un lago de la base militar cordobesa de Cerro Muriano, sede de la Brigada Guzmán el Bueno X, el día 21 de diciembre supuestamente llevaban sobrecarga en sus mochilas como castigo por la mala ejecución de un ejercicio durante la instrucción previa, entre ellos el soldado Carlos León Rico, de 24 años y natural de El Viso del Alcor (Sevilla), que falleció en el acto.

De este modo se internaron en el lago parte de los militares que formaban la primera sección a la que se ordenó entrar en el agua. El cruce del lago se produjo con la luz del día, cerca de las 9.00 horas, aunque la actividad de los militares se había iniciado horas antes, todavía de madrugada, alrededor de las 6.00 horas, con una práctica de topografía y otra subterránea.

Se explicaron los objetivos y la manera de llevarlos a cabo, se dieron las instrucciones e incluso se llevó a cabo previamente una prueba fallida antes de que los efectivos entraran en el agua. Los soldados entraron al lago sin chaleco para aligerar el peso, según las mismas fuentes.

Al respecto, se había dispuesto una cuerda atada a dos encinas, una especie de guía que dividía la superficie del agua por su parte más corta -la distancia entre orilla y orilla era de unos cien metros-, al tiempo que «no había línea de vida, ni ambulancia ni flotadores o salvavidas a los que poder asirse en caso de peligro», según remarcan las fuentes, para agregar que en la balsa «no se hacía pie».

En este sentido, la práctica se frustró unos minutos después de entrar en el agua los primeros efectivos. De hecho, la segunda compañía no llegó siquiera a iniciar el ejercicio. Los mandos y el resto de soldados que estaban fuera del agua fueron los primeros en socorrer a los compañeros, que pedían auxilio desde el agua, entre ellos, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar.

Otro de los soldados fue rescatado del agua en parada cardiorrespiratoria. Le salvó la vida otro militar antes incluso de que llegara la ambulancia, al hacerle la maniobra de reanimación cardiopulmonar. Algunos de los efectivos que iniciaron el rescate terminaron teniendo que ser a su vez rescatados y atendidos por hipotermia. El Ministerio de Defensa apartó del mando horas después del suceso al capitán que ordenó el ejercicio.

A punto de terminar la instrucción

En concreto, el soldado Carlos León Rico estaba a punto de terminar la instrucción requerida por Defensa para el ingreso en el Ejército de Tierra. Había dejado su carrera de Derecho para incorporarse al Ejército. Ya había culminado las dos primeras fases de formación en el Centro de Formación de Tropa, número 1, ubicado en Cáceres y hacía poco más de mes y medio que había llegado a la Base de Cerro Muriano para completarla en la unidad de destino.

Mientras, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar estaba casado y esperaba un hijo. Había ingresado en el Ejército en el 2011 y tenía dos condecoraciones al mérito tras haber participado en las misiones de Líbano y Letonia.

La Brigada Guzmán el Bueno X, dirigida por el general de brigada Ignacio Olazábal, fue la primera unidad española que se incorporó al Eurocuerpo y una de las primeras en tomar parte en las operaciones de exterior. Desde entonces ha participado y participa en misiones de paz fuera de nuestras fronteras en diversos escenarios tales como Bosnia o Irak.