Muere el asesino de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja en Murcia
ESPAÑA
En octubre del 2017 la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo fijó su condena por cada crimen en 17 años de prisión
16 feb 2024 . Actualizado a las 15:46 h.El autor confeso del asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, hechos ocurridos en una casa rural en Molina de Segura (Murcia) en el 2013, ha muerto a los pocos días de ser excarcelado por el estado terminal en que se encontraba debido a la enfermedad que sufría.
El que fue su letrado defensor en el juicio, el abogado Fermín Guerrero, ha dicho a Efe que el autor del doble crimen, Valentín Ion, pidió recientemente un permiso extraordinario en la cárcel de Murcia donde cumplía la condena para pasar sus últimos días en la calle, lo que le fue concedido. El fallecimiento, conocido ahora, se produjo hace unas semanas, ha añadido el letrado, que desconoce cuál será el destino de sus restos mortales.
Durante el juicio, Valentín Ion se confesó autor del doble crimen y señaló que acabó con la vida de ambos con los golpes que les propinó con un cenicero y un jarrón que había en la vivienda y que, posteriormente, desmembró sus cuerpos con un hacha y una motosierra y metió los restos en unas bolsas de basura. Al mismo tiempo, exculpó a un segundo acusado de los dos asesinatos, Constantin Stan, que fue condenado solo a cinco meses de prisión por encubrimiento.
Los restos mortales de las dos víctimas fueron enterrados en un huerto ubicado en la pedanía murciana de Alquerías, donde, unas semanas más tarde, fueron hallados por la Policía. Tras el juicio, que se desarrolló en la Audiencia Provincial de Murcia en el verano del 2016, el tribunal condenó a penas que sumaban 34 años de prisión tanto a Ion como a Juan Cuenca, gerente del club de voleibol en el que jugaba Visser y que fue considerado autor intelectual de los dos asesinatos.
Unos meses después, el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia elevó la condena por cada delito de asesinato a veinte años y un día de cárcel al considerar que la atenuante de dilaciones indebidas aplicada por el presidente del jurado como muy cualificada debía serlo como simple. En octubre del 2017 la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo fijó de nuevo la condena por cada crimen en 17 años de prisión tras declarar que aquella atenuante había que contemplarla como muy cualificada, lo que permitía volver a las penas impuestas por el magistrado que presidió el jurado popular.