Julián, el conserje, héroe anónimo que evitó una tragedia aún mayor en el incendio de Valencia

La extinción de un incendio es siempre un trabajo en equipo que requiere de una gran coordinación. Pero hasta que los equipos de emergencias llegan al lugar de los hechos, hay unos minutos clave en los que generalmente impera el caos y el nerviosismo ante una situación sobrevenida. Pero este jueves, en el edificio de Campanar que se ha calcinado, hubo una persona que puso temple al momento de pánico y se encargó de organizar una primera salida del inmueble que ha acabado salvando la vida de muchos vecinos.

Se trata de Julián, el conserje de una de las torres, que en los primeros minutos del suceso, detectó lo que pasaba y decidió ir puerta por puerta para ir avisando y sacando a los vecinos. Algunos no se habían enterado de que el edificio ardía, pero la intervención del encargado de la portería fue fundamental, según han señalado algunos de sus vecinos. Actuó con rapidez y evitó un mal mucho mayor de que se ha producido, con 5 muertos y 15 desaparecidos por el momento.

«Fue llamando puerta por puerta, a todas las que se fue posible», cuenta Manuel, uno de los propietarios de una de las viviendas ya arrasadas. «Me lo crucé en las escaleras», dice. «Gracias a él se ha salvado mucha gente. Lo de este hombre ha sido mención aparte», cuenta. Algo en lo que coincide Amalia Correcher, la coordinadora de uno de los centros que están centralizando la ayuda. «Los vecinos dicen que fue clave, ha salvado a muchos seguro», dice. Él, sin embargo, prefiere mantenerse en el anonimato por el momento.

Julián ha sido, junto al equipo de bomberos, uno de los héroes de la jornada en la que se vivieron momentos de muchísima angustia dentro y fuera del edificio. Otros, sin duda fueron los bomberos que lograron rescatar a dos personas que habían quedado atrapadas en unos de los balcones de la finca.

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La Voz

El rescate se pudo ver en directo, tanto a través de las cámaras de televisión que emitían imágenes del suceso, como desde los alrededores del edificio, donde se arremolinaron centenares de valencianos. El rescate fue agónico, porque el fuego llegó a sitiar el balcón por todos los frentes. Pero a intervención de una pareja de bomberos, con el refresco del líquido de la manguera fue clave para aislarlos. Finalmente, tras muchos minutos pidiendo auxilio, ambos consiguieron subir a la grúa de los efectivos de emergencias y poder abandonar su casa. La operación fue recibida con un aplauso de quienes allí se congregaban.

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Vecinos de los dos edificios arrasados por el incendio han mostrado su «impotencia» por cómo han vivido los hechos, dado que «no podían hacer nada», simplemente «salir corriendo» con lo puesto, incluso en pijama, dado que el fuego se propagó «muy rápido, en cuestión de minutos».

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