Felipe VI y el rey emérito escenifican su reconciliación en Londres

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

No se veían desde el pasado diciembre por el cumpleaños de la infanta Elena

28 feb 2024 . Actualizado a las 10:37 h.

Las últimas ocasiones de reunión entre Felipe VI y el rey emérito Juan Carlos han resultado en alegrías sucedidas de decepciones. Pero ambos volvieron a celebrar un signo de reconciliación durante un funeral celebrado en el castillo de Windsor de Londres en honor a Constantino II de Grecia, el último monarca heleno y hermano de la reina emérita, Sofía.

Tanto Felipe VI como la reina Letizia llegaron sobre las 11 al Porche de Galilea de la capilla de San Jorge, donde fueron acompañados por el decano de los canónigos de Windsor, Christopher Cocksworth, después del acceso al interior del castillo de las infantas Elena y Cristina. Los reyes eméritos llegaron algo antes y coincidieron ya con el resto de familiares en el interior de la capilla. Terminada la ceremonia, a las 12 horas, el rey emérito abandonó Windsor agarrado del brazo de su hijo y actual monarca apoyado en un bastón. Este gesto escenifica la reconciliación entre ambos y abre la puerta al regreso del emérito a España.

La última vez que coincidieron en un ambiente de cordialidad fue el pasado mes de diciembre, durante el cumpleaños de la infanta Elena en Madrid. Después del memorial, Felipe VI y Juan Carlos I viajaron en coches separados a una recepción en el Gran Hall del castillo con otros más de 300 representantes de las monarquías europeas o amigas de estas.

El memorial fue orquestado por el príncipe Pablo de Grecia y, por parte de Buckingham, por la reina Camila, en ausencia de un Carlos III que se encuentra apartado de la vida pública por el tratamiento de su cáncer y de un príncipe Guillermo que canceló el compromiso a última hora por «motivos personales», según la oficina del palacio de Kensignton, aunque se prevé que sea porque su mujer, Catalina, fue sometida a una cirugía abdominal el pasado enero.

De entre los representantes europeos, acudieron a la ceremonia y posterior recepción la princesa Benedicta de Dinamarca, hermana de Ana María de Grecia; el príncipe Constantino de los Países Bajos, Kyril de Bulgaria, los príncipes Katherina y Alejandro de Serbia y los príncipes Noor, Hasán bin Talal y Sarvarh el Hassan de Jordania, cuya hija fue acompañada de su homólogo búlgaro. También asistieron por parte de la representación griega la viuda de Constantino, Ana María, y sus hijos Pablo, Alexia, Nicolás, Teodora y Felipe, que además intervinieron en la celebración del evento en honor al último de los monarcas helenos recitando un poema. Sofía de Grecia se sentó con ellos en la ceremonia.

Una vida de desencuentros y pequeños gestos

Desde que la corona no reposa en la cabeza de Juan Carlos de Borbón, el rey emérito ha mantenido una relación agridulce con su sucesor, Felipe VI. El actual monarca intenta conservar una imagen pulcra y estable de la Casa Real que esporádicamente ha sido debilitada por eventos polémicos protagonizados por su padre, que también ha sufrido el repudio de su primogénito dadas sus relaciones con Letizia y Sofía.

Desde el principio, la actual reina no fue del agrado del emérito por sus orígenes republicanos y plebeyos, como se conoce a quien no guarda vínculos de sangre con la realeza. Pero también con su esposa, Sofía, a quien Felipe VI consideró que había humillado en varias ocasiones en público. El actual rey siempre tuvo más apego a su madre.

Más tarde saltaron los escándalos a la esfera pública, además de los que ya se conocían como la cacería de elefantes en Botsuana. Su relación con Corinna Larsen no gustó nunca en palacio, pero al conocerse la naturaleza de esta en el 2018, La Zarzuela se llevó otro golpe por parte de quien se refugió en los Emiratos Árabes.

A partir de entonces, también empezaron a conocerse los negocios que Juan Carlos I hizo con diferentes líderes árabes a expensas del resto de la familia real. Al salir a la luz informaciones que aseguraban que Felipe VI era beneficiario de una sociedad offshore creada por su padre para percibir de Arabia Saudí una donación de 65 millones de euros, el actual rey le retiró al emérito su asignación mensual y renunció a la herencia que pudiera dejarle.

Últimos desencuentros

Juan Carlos se instaló en Abu Dabi hace cuatro años y, desde entonces, ha emitido gestos de reconciliación alternados con otros que siguieron causando cierta incomodidad en la Zarzuela. El funeral de Isabel II en el 2022 volvió a reunirles en un ambiente de duelo, pero también de relativo cariño. Fue también apreciado el hecho de que se hiciera cargo de encontrarle un sustento a su nieto, Froilán de Marichalar, por sus propios escándalos. Ahora que sigue sin trabajo, intenta conseguirle uno.

El cumpleaños de la infanta Elena el pasado diciembre fue otro paso en positivo, pero fue enturbiado por las fotos del suyo en la capital de los Emiratos. Lo que suceda después del evento en Londres es un misterio.