La Zarzuela da ya por zanjada la crisis por las cuentas opacas del rey emérito

S. Rodríguez MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Don Juan Carlos con Pedro Campos el pasado 19 de mayo en Sanxenxo.
Don Juan Carlos con Pedro Campos el pasado 19 de mayo en Sanxenxo. Ángel Díaz Briñas | EUROPAPRESS

Don Juan Carlos retoma su deseo de volver a vivir en el país en el que reinó durante 39 años

02 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un tiempo no tan lejano en que los cimientos de Zarzuela temblaban ante cualquier aparición pública del rey Juan Carlos. Su crédito de 39 años en el trono, su papel como artífice en la Transición y su intervención para frustrar el intento de golpe de Estado de Tejero el 23 de febrero de 1981, se agotó a las primeras de cambio tras abdicar de la Corona, cuyo anuncio se produjo tal día como hoy de hace diez años. Pero aquello es pasado. La Casa Real da ya por zanjada la crisis institucional y de reputación que se abrió con las investigaciones judiciales a las que se vio sometido el padre de Felipe VI, y que tuvo como respuesta la ruptura de relaciones entre el actual jefe del Estado con su padre, en marzo del 2015, y la marcha del rey emérito a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde se instaló en agosto del 2020.

Ahora la situación es bien distinta, Zarzuela cree haberse librado al fin del lastre que suponía la larga sombra del emérito y ha conseguido trasladar a la opinión pública, con sus medidas de regeneración y transparencia, que nada tienen que ver las actividades privadas del emérito de la función que desempeña Felipe VI como jefe de Estado.

En la Casa Real sostienen que si bien don Juan Carlos dejó años atrás de ser un activo para la Corona, al menos ahora ya no resta. Y aunque el padre del Rey mantiene viva su agenda, sus apariciones ya no despiertan el interés que tuvieron, por ejemplo, su regreso a España en mayo del 2022 o el primer reencuentro público con don Felipe en el funeral por la reina Isabel II en Londres en septiembre de ese mismo año. Esta circunstancia, unida a la de que ya está libre de causas judiciales, lleva al rey Juan Carlos a retomar su deseo de volver a fijar su residencia en España. Su voluntad, por otra parte, no es nueva. La expresó por primera vez el 7 de marzo del 2022, solo cinco días después de que la Fiscalía del Tribunal Supremo archivara las tres investigaciones abiertas sobre su patrimonio en el extranjero. El Ministerio Público concluyó entonces que los presuntos delitos fiscales que hubieran podido haberse cometido estarían prescritos o no serían perseguibles por la inmunidad de la que gozó hasta el día de su abdicación en el 2014. Entonces, por carta dirigida a su hijo, don Juan Carlos anunció que continuaría «residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi», pero dejó la puerta abierta a volver a vivir en España en el futuro, aunque aclaró, eso sí, que en ese caso su lugar de residencia serían «ámbitos de carácter privado». También avanzó que viajaría con frecuencia a España. Y ha cumplido su palabra.

Su primer viaje a España tras su exilio voluntario se produjo en mayo del 2022, en medio de una enorme expectación mediática a la que contribuyó el propio don Juan Carlos, al dejarse ver continuamente por Sanxenxo, donde se dio un baño de masas y también pronunció unas palabras que en Zarzuela cayeron como una losa. «¿Disculpas, de qué?», respondió a los periodistas que le preguntaron si seguiría las indicaciones del Gobierno de pedir disculpas a los españoles por la imagen que había ofrecido los últimos años por sus negocios en el extranjero. Palacio le llamó a capítulo y, tras una larga conversación con Felipe VI, el rey emérito regreso a Abu Dabi.

Don Juan Carlos ha pisado territorio español en otras diez ocasiones desde entonces, hasta el punto de normalizarse su presencia en España. La mayoría de las ocasiones ha ido a Sanxenxo, para regatear. Pero también se ha dejado ver en Madrid para acudir, por ejemplo, a la fiesta del dieciocho cumpleaños de la princesa Leonor, al de la infanta Elena o a la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con Teresa Urquijo.

«Por supuesto» que le gustaría volver a vivir en España, dijo en un par de ocasiones el emérito a finales del año pasado, primero en Reino Unido, donde participó en septiembre de 2023 en el Mundial de vela, y más tarde en Sanxenxo. Si bien hasta ahora sus visitas nunca han tenido una duración de más de cinco días, personas de su entorno aseguran que su propósito es prolongar más sus estancias, siempre en casas de amigos íntimos, para dar carta de naturaleza a su presencia en España sin necesidad de anunciar que establece aquí su residencia, lo que llevaría emparejado tener que fijar su domicilio fiscal en España para tributar aquí.

Lo que está descartado por completo es que el rey Juan Carlos vuelva a instalarse en Zarzuela o en cualquier otra residencia oficial con coste al Estado. El emérito dejó de tener asignación de la Casa Real el 15 de marzo del 2020, cuando Felipe VI anunció también que renunciaba a la herencia que en su día pudiera corresponderle como respuesta a las primeras informaciones de los negocios y cuentas del emérito en el extranjero.

La relación entre padre e hijo se fue destensando con el tiempo, hasta el punto de que el pasado febrero, en Windsor, en una misa en recuerdo al rey Constantino de Grecia, Felipe VI y el emérito escenificaron su reconciliación, al ofrecerle su brazo para acompañarle desde el templo al coche.

La realidad es que desde su abdicación, Zarzuela nunca llegó a encontrar un encaje para el rey Juan Carlos dentro de palacio. Miembro de la familia real, junto a los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía y la reina Sofía, representó a la Corona en 119 actos hasta que en junio del 2019 anunció su deseo de retirarse de la vida pública, hay quien dice que empujado por los primeros comentarios sobre el cobro de comisiones por el AVE a la Meca.