El PP recusará a las magistradas del Constitucional Montalbán y Balaguer por el «caso ERE»

Javier Arias COLPISA / MADRID

ESPAÑA

Griñán en una imagen de archivo antes de su declaración ante el Tribunal Supremo por el caso de los ERE.
Griñán en una imagen de archivo antes de su declaración ante el Tribunal Supremo por el caso de los ERE. BENITO ORDOÑEZ

Los populares, personados en la causa, interpretan que ambas están 'contaminadas' por haber tomado decisiones previas con posible afectación sobre los recursos de los condenados

11 jul 2024 . Actualizado a las 21:41 h.

El PP no está dispuesto a tirar la toalla el caso de los ERE andaluces después de que varios condenados por dicha trama hayan sido exonerados total o parcialmente por el Tribunal Constitucional (TC) y de que la próxima semana vaya a serlo el principal encausado, el expresidente de la Junta y del PSOE José Antonio Griñán, sentenciado por la Audiencia de Sevilla y el Supremo a seis años de cárcel (no ha sido encarcelado por el tratamiento oncológico que padece). Los populares anunciaron este jueves que recusarán a dos de las magistradas del TC, Inmaculada Montalbán -ponente de las resoluciones de los recursos de amparo que están exculpando a los condenados por prevaricación y malversación- y María Luisa Balaguer, al interpretar que ambas están «contaminadas» por actuaciones previas vinculadas a los ERE cuando no estaban en la corte de garantías.

Las ahora magistradas están encuadradas en el llamado sector progresista del tribunal que hoy encarna la mayoría en el mismo, al igual que el presidente, Cándido Conde-Pumpido, al que el partido de Alberto Núñez Feijóo también pide que se aparte de las deliberaciones de los recursos. El PP señala a Montalbán porque como integrante de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Andalucía tomó parte en 22 sentencias relacionadas con las ayudas detrás del escándalo, además de por haber sido galardonada por su labor por los gobiernos socialistas. La sospecha sobre la neutralidad de Balaguer proviene de los años en que integró el Consejo Consultivo de Andalucía y fue ponente de 28 dictámenes sobre los ERE. Y en lo que se refiere a Conde-Pumpido, los populares creen «inexplicable» que si él mismo se apartó de las deliberaciones cuando la causa llegó al Supremo, por su condición de fiscal general del estado antes de ser magistrado del alto tribunal, no haga lo mismo ahora que desempeña la presidencia del Constitucional.

«Hay que garantizar la obligada apariencia de imparcialidad que tiene que tener el TC y velar por el correcto funcionamiento de un órgano que siempre ha cumplido su deber», justificó Elías Bendodo, vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, que subrayó que los magistrados a los que el partido apela «no deben arrastrar el buen nombre del tribunal».

El ex ministro Campo Bendodo no descartó, con todo, ampliar las recusaciones a otros miembros del TC que «tuvieron vinculación directa firmando sentencias sobre los ERE y ahora están votando a favor de exculpar a condenados». En concreto, Juan Carlos Campo, el exministro de Justicia del Gobierno de Pedro Sánchez cuyo controvertido nombramiento promovió el presidente para la corte de garantías y que fue director general de Justicia con Manuel Chaves, también sentenciado por los ERE, como presidente de la Junta de Andalucía en el período investigado.

El goteo de admisiones de los recursos del los afectados, resueltos con el aval de la mayoría progresista frente a la minoría conservadora, están a punto, a la espera de Griñán, de dejar en aguas de borrajas en uno de los sumarios por corrupción más extensos y severos de la política española. Y los populares vienen cuestionando la imparcialidad de este TC, acusando al tiempo a Sánchez de utilizarlo como «puerta trasera» para los indultos a los ex altos cargos socialistas a los que él no se «ha atrevido».