Josep Maria Mainat, en el juicio contra su exmujer por intento de asesinato: «Si la condenan, será uno de los días más tristes de mi vida»

Alba López Buján
Alba López REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Quique Garcia | EFE

Ángela Dobrowolski se enfrenta a una condena de 16 años acusada de haber intentado asesinar al productor audiovisual y exmientro de La Trinca, Josep María Mainat

15 jul 2024 . Actualizado a las 17:13 h.

El juicio contra Ángela Dobrowolski, exmujer del productor televisivo Josep María Mainat, acusada de haber intentado asesinarlo mientras dormía en junio del 2020, ha arrancado este lunes.  «Si este tribunal la condena va a ser uno de los días más tristes de mi vida», ha dicho el exmiembro de La Trinca ante el tribunal de la sección 20 de la Audiencia de Barcelona en la primera sesión el juicio a su todavía mujer, acusada de asesinato en grado de tentativa y de revelación se secretos, por el que se enfrenta a 16 años de cárcel.

La fiscalía pide una condena de 16 años de cárcel, solicita además que la procesada pague una multa de 6.000 euros y que se le prohíba acercarse o comunicarse con Mainat por un período de ocho años. La acusación particular ejercida por Mainat solicita 14 de prisión por los delitos de tentativa de asesinato: Dobrowolski habría intentado matar a su exesposo mientras dormía inyectándole una dosis de insulina contraindicada para el tipo de diabetes que padece y descubrimiento y revelación de secretos. 

El juicioarrancó esta mañana del lunes con el testimonio de Mainat, también se espera el de Pol, el hijo del productor y fundador del grupo musical La Trinca, que fue quien denunció el intento de asesinato a su padre. 

Durante su declaración, Mainat ha explicado que la noche del 22 de junio del 2020 tuvieron una discusión «muy fuerte, como casi siempre», por motivos que no recuerda, y que ella se alteró mucho y entró en estado de pánico cuando él le dijo que al día siguiente iba a presentar los papeles del divorcio. «Empezó a hiperventilar, nunca la había visto tan alterada y le pedí que lo dejásemos, que nos calmáramos y que hablásemos al día siguiente», ha explicado el productor audiovisual. Según su testimonio, ella se calmó y, después de la cena, se ofreció a ponerle dos inyecciones, una de testosterona y otra de vitamina B, y después él se fue a dormir a su cama con los niños y se quedó «profundamente dormido». Se sorprendió cuando, sobre las 2 de la madrugada ya del día 23, ella lo despertó y le dijo insistentemente: «Te voy a poner dos inyecciones más que te van a ir muy bien», en referencia a un medicamento adelgazante que él usó en el pasado, pero que ha dicho que ya no tenía en casa, y a la hormona del crecimiento. Accedió para evitar otra discusión, y lo siguiente que recuerda es que lo despertó un sanitario del Sistemas de Emergencias Médicas (SEM) diciendo: «¡Señor Mainat, despierte, despierte!», mientras ella decía que no sabía si había azúcar en casa, por lo que fue él quien indicó a sus hijos que le trajesen refrescos y helados, según recoge Europa Press.

Mainat ha explicado que, mientras le prestaban una primera asistencia, él pidió a la empleada del hogar que se quedara en el domicilio con los niños. «Ella me ha intentado matar», manifestó a su empleada, al relacionar el episodio de las inyecciones y la hipoglucemia que sufrió. A preguntas de su abogada, Olga Tubau, Mainat ha respondido que no ha tenido hipoglucemias graves, como la que casi le provoca la muerte, «ni antes ni después de esa noche», y que siempre ha sido capaz de controlar las bajadas de azúcar sentándose unos minutos y tomando unos terrones de azúcar o un refresco.

También ha relatado que, antes de esta bajada de azúcar, para la que los médicos no encontraron explicación y por la que alertaron a los Mossos d'Esquadra, Dobrowolski accedió a un ordenador familiar que el productor tenía en su despacho y se reenvió los mensajes que se había intercambiado con sus abogados sobre las capitulaciones matrimoniales y su herencia. En esos mensajes descubrió que, en caso de separación, disminuirían los medios económicos que necesitaba para mantener su ritmo de vida ya que quedaría excluida del testamento.

Además de las declaraciones de Mainat y su hijo, quien denunció a su madrastra por los hechos, durante los próximos días testificarán los trabajadores sanitarios que lo atendieron de emergencia, los médicos que lo trataron en el hospital y los Mossos d'Esquadra que investigaron el caso. La acusada será la última en poder contar su versión al final del juicio y tras haber revisado las pruebas. 

Varias condenas pendientes

Esta no es la primera vez que Dobrowolski se sienta en el banquillo de los acusados: acumula varias causas judiciales abiertas y condenas, la última de ellas de ocho meses de prisión por haber lanzado un tarro de mermelada a la cabeza de Mainat, que resultó herido, en una discusión en el domicilio familiar, en 2019. Llega al juzgado desde la prisión de mujeres de Barcelona, donde ingresó hace casi un año acusada de seis robos en domicilios.

Cuenta con otra condena de dos años y medio de cárcel por falsificar con la firma de Mainat varios cheques bancarios, haciendo constar como beneficiaria a su propia hermana. Por el contrario, fue absuelta de haber quebrantado en marzo del 2022 la medida cautelar que le impedía acercarse y ponerse en contacto con Mainat, porque el juzgado estimó que no había suficientes pruebas de que ella fuera la autora del correo electrónico con insultos que recibió el productor.

Y en marzo del año pasado, fue detenida por quinta vez por colocar un explosivo casero en un rellano de un piso de Barcelona con el fin de intimidar a una vecina.

El  último escándalo llegó hace dos semanas cuando fue sorprendida tratando de ejecutar un plan, con escasas posibilidades de éxito, para fugarse de la prisión Wad-Ras, tras lo cual ha sido trasladada al centro penitenciario de Brians. La reclusa aprovechaba que tenía asignada la limpieza de una escalera secundaria de la prisión para retirar una reja de alambre de una ventana, supuestamente con el propósito de salir por ese espacio que, no obstante, no daba al exterior del centro sino a otro piso.