Gallegos afectados por la dana: «No hemos podido contactar con tres socios del Centro Galego de Valencia»
ESPAÑA
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Un grupo de coruñeses y varios vecinos de A Pobra, entre los que han sufrido las consecuencias de la catástrofe
30 oct 2024 . Actualizado a las 20:30 h.Varios gallegos han sufrido las consecuencias la dana que, durante la jornada del martes, asoló varias zonas de la Comunidad Valenciana, dejando al menos 70 víctimas mortales. Ya es la peor gota fría del siglo XXI.
Los primeros afectados han sido los miembros del Centro Galego de Valencia, cuyas instalaciones se encuentran en una de las poblaciones afectadas, Masanasa. Su presidente, Manuel Fortes, asegura que está «consternado» y que no se quita de la cabeza a los gallegos que han podido tener problemas por la catástrofe: «Conocemos a tres personas, tres socios que viven en poblaciones afectadas. No hemos podido contactar con ellos», explica. Sin embargo, confía en que «sean solo problemas con los teléfonos», ya que se trata de áreas que siguen sin luz y con problemas con las conexiones móviles.
Un grupo de cuatro coruñeses que se desplazaba a Valencia por trabajo también fue sorprendidos por el temporal. Se trata de Eli, Israel, Brian y Bayron, que de un momento a otro se vieron atrapados por la dana en plena carretera de camino al municipio de Benetússer. «Mis compañeros pudieron salir andando con los bomberos, pero a mí me rescataron en barca», afirma Eli.
El grupo iba repartido en dos furgonetas, una delante de la otra. «Cuando vimos que aquello se complicaba, nos tuvimos que subir a la baca del coche porque el agua estaba subiendo muy rápido», explica Eli. «Estuve desde las ocho de la tarde hasta las seis de la mañana en la baca del coche», relata, a la hora de explicar cómo fue el rescate.
La dana también dejó atrapados en Valencia a un grupo de vecinos de A Pobra. Habían viajado a la ciudad para acudir a una boda el fin de semana y, aunque las noticias que le llegaban sobre las consecuencias del temporal no eran nada buenas, Isabel Ramos y su familia confiaban en poder volar este martes desde Valencia a Santiago, porque no habían cancelado su enlace e incluso le asignaron puerta de embarque.
Explica que ya no llueve pero hay numerosos atascos, el metro y los autobuses no funcionan, y las carreteras están cortadas. «Hasta el viernes no podemos volar de vuelta. Dicen que en el aeropuerto se desprendieron muchas piezas de la terminal y hay pistas inundadas», afirma Isabel.
Francisco Roura es un gallego que vive desde hace diez años en Ribarroja. Tiene una fábrica en Cheste y se dirigía a Jaén por la A-3 cuando le pilló el caos. «Pasó un guardia civil nos picaba en la ventanilla y nos decía que cogiéramos lo imprescindible y que subiéramos andando hacia arriba que nos recogerían los camiones de la UME», asegura Roura que cuenta que hubo una «lluvia brutal y viento huracanado». «La gente pasó miedo», relata. También critica la falta de previsión ante la catástrofe: «Para ser una alerta temprana, llegó tardísimo», ironiza. «Avisó a las ocho de la tarde cuando estaba todo flotando», añade.
Consultada por Europa Press, la gallega Patricia Troitiño ha explicado que, aunque en la zona en la que ella vive no hubo tantos daños, tiene una amiga que circulaba en su coche desde Paiporta y tuvo que abandonar el vehículo, que fue arrastrado por la riada. «Tengo un familiar que vive en Paiporta y, por ahora, no pude contactar con ella», ha lamentado. La última comunicación que tuvieron fue sobre las 23.00 martes en la que le explicó que estaba refugiada en casa de unos vecinos y que estaban bien.