La diputada gallega Verónica Martínez Barbero gana fuerza para relevar a Errejón como portavoz de Sumar en el Congreso

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Verónica Martínez Barbero
Verónica Martínez Barbero Efe

La coalición aplaza a este miércoles la remodelación de todo el grupo grupo en la Cámara Baja

06 nov 2024 . Actualizado a las 10:06 h.

Después de horas de debate, Sumar y sus partidos aliados fueron incapaces de pactar un nombre como nueva portavoz de la formación en sustitución de Íñigo Errejón, investigado por un delito de agresión sexual. Sumar anunció que aplaza hasta este miércoles la remodelación completa del grupo en el Congreso. Pese a no conseguirse este martes la designación, el nombre de la gallega Verónica Martínez Barbero cobra fuerza para el puesto de portavoz, frente a la catalana Aina Vidal, miembro de los Comunes y procedente de Iniciativa per Catalunya. Martínez Barbero, diputada por Pontevedra y ex directora general de la Inspección de Trabajo en la pasada legislatura, es una persona muy próxima a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Este martes, sin embargo no asistió a la reunión, al igual que otros dirigentes, por lo que se consideró que no era adecuado comunicar todavía la decisión.

Negociación de todo el grupo

Sumar y sus aliados mantuvieron una larga reunión para tratar de avanzar en la remodelación de su estructura en el Congreso, que aún no está cerrada, en un momento en el que la formación está en crisis por el caso Errejón y por los malos resultados en las últimas citas electorales. Se espera que este miércoles se anuncien finalmente todos los cambios.

El perfil de Verónica Martínez Barbero, con una trayectoria eminentemente técnica y experta en materia laboral, es la apuesta que suscita más consenso, según fuentes de Sumar, aunque todas las partes quieren negociar los otros movimientos en el organigrama de la formación antes de confirmar quien será finalmente la nueva portavoz.

Durante estos días, algunas de las formaciones aliadas como Izquierda Unida o Compromís, habían reclamado un cambio integral de la organización del grupo. Esos partidos defienden que la toma de decisiones debe abordarse con un método más horizontal y democrático.