El fiscal general del Estado cambió de móvil tras conocer que era investigado
ESPAÑA
Un informe de la UCO señala que la sustitución del terminal se hizo el pasado 23 de octubre
03 ene 2025 . Actualizado a las 18:37 h.El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cambió de terminal de teléfono móvil cuando conoció que el Tribunal Supremo le había abierto una investigación por el presunto delito de revelación de secretos de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en relación con un presunto fraude a Hacienda por parte del empresario. Así se constata en un nuevo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que asegura que el cambio de teléfono se produjo el pasado 23 de octubre, una semana después de que el Tribunal Supremo le abriera una causa como investigado por la presunta revelación de secretos. García Ortiz habría burlado así el registro de su teléfono en el que la Guardia Civil encontró «cero mensajes» en el intervalo de tiempo de los hechos investigados, entre el 8 y el 14 del último marzo pasados.
Análisis del terminal
En el informe, la UCO hace un análisis de los números de teléfono y del IMSI/IMEI (identificadores) asociados a las tarjetas del dispositivo telefónico que fue incautado a García Ortiz durante el registro que se llevó a cabo en su despacho el pasado 30 de octubre. En base a ese análisis, la Guardia Civil concluye que «el inicio de actividad de los IMSISs aparejados a estos IMEIs es de fecha de 23 de octubre de 2024, es decir, se habría producido un cambio de terminal telefónico en ese día respecto a las tarjetas precitadas».
El IMEI es un código único de 15 cifras que identifica a cada terminal, y en el caso del móvil incautado a García Ortiz, un Samsung Galaxy A54, había dos, al tener dos ranuras de tarjeta. Tras poner en relación los códigos identificativos de las tarjetas de telefonía con los IMEI del móvil, es cuando señalan que el cambio de teléfono se hizo en esa fecha.
La UCO precisa que ha detectado dos «IMSIs (identificador único de cada abonado) de las tarjetas que se encontraban en el dispositivo móvil localizado durante la diligencia de entrada y registro», uno vinculado al primer número de teléfono y otro al segundo, y ambos activados en 2020. Una tarjeta estaba a nombre de Álvaro García Ortiz y otra, a nombre de la Dirección General de Racionalización y Centralización de la Contratación, dependiente de Hacienda.
El número relevante en la investigación es el particular de García Ortiz, que fue el que usó para intercambiar mensajes sobre el caso con la fiscala jefe de Madrid el 13 de marzo.
El juez instructor, Ángel Hurtado, pidió a la UCO esta información después de que en un primer momento le enviara otro informe con el análisis del contenido del teléfono móvil que había sido incautado a García Ortiz, en el que no se halló ningún mensaje a pesar de que en el análisis del terminal requisado a la fiscala Rodríguez sí se encontró un intercambio de mensajes entre el 8 y el 14 de marzo, los días investigados por ser los clave de la presunta filtración.
Razones de seguridad
Fuentes fiscales consultadas entonces por Europa Press reconocieron que García Ortiz borró los mensajes referidos a ese período temporal, aunque aclararon que no lo hizo de forma específica respecto a esos mensajes, sino que se hace cada cierto tiempo, por razones de protección de datos y de «seguridad» por si le robasen el dispositivo o lo perdiese, al manejar información sensible.
A la luz del último informe de la UCO, el próximo paso que debería dar el juez instructor del caso sería el de citar como testigos a los técnicos de la Fiscalía General del Estado que llevaron a cabo el borrado del terminal del fiscal general y explicar en qué consiste este protocolo de seguridad informática.
Tras conocerse este nuevo dato del sumario que afecta a García Ortiz, el PP, a través de su secretaria general, Cuca Gamarra, señaló que «cada vez queda más claro que el protocolo de seguridad del fiscal no es más que un intento de ocultar pruebas, y eso es precisamente lo que le delata como culpable».