Sánchez le pide a Feijoo que deje de ser «colaboracionista» con la ultraderecha

ESPAÑA

El presidente clama contra las «motosierras y saludos nazis» de Washington
23 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los socialistas no desaprovechan el apoyo de Vox a Trump y apuntan a los populares, que cogobiernan con la ultraderecha en muchos ayuntamientos y lo hacían en cinco comunidades autónomas hasta el pasado julio. Su secretario general y jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez —que viaja mañana a Kiev para reafirmar el apoyo de España a la democracia ucraniana— acusó ayer a Alberto Núñez Feijoo de ser «colaboracionista» con la ultraderecha y le pidió que rompa con la formación de Santiago Abascal, que el viernes responsabilizó a los burócratas de Bruselas de «facilitar» la invasión rusa de Ucrania.
«La historia juzgó de una manera muy dura a los colaboracionistas en el siglo XX. Y estoy convencido de que va a volver a ser igual de dura con los actuales colaboracionistas de la ultraderecha en el siglo XXI», auguró el presidente en Palencia, donde participó en el 15.º Congreso del PSOE de Castilla y León. «No se puede ser europeísta por las mañanas, y por las noches acostarse con la ultraderecha, que lo que quiere es destruir, debilitar y dividir a Europa», opinó Sánchez, que pidió al PP que deje de «dar tumbos» y «rompa todos sus vínculos» con Vox.
Seguro de que ser europeísta y socialista es estar en «el lado correcto de la historia», dijo que hay dos tipos de derecha: la de Feijoo, que representa «la aquiescencia y el abrazo a la ultraderecha»; y la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del primer ministro polaco, Donald Tusk, que rechaza cualquier entendimiento con esta.
Tras clamar contra «el ruido de las motosierras y el saludo nazi» en la convención ultra celebrada este fin de semana en Washington, en la que participó Abascal, el socialista lo acusó de ser «muy fuerte con el débil, pero muy débil con el poderoso. Su lema no es todo por la patria, sino todo por la pasta». En su opinión, el objetivo de la internacional ultraderechista es «hacer negocio con los servicios públicos, con la sanidad, con la educación, las pensiones, la dependencia, las políticas públicas y los derechos de los trabajadores».
«La ley del salvaje oeste»
A solo unas horas de reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Sánchez defendió que no puede imperar «ni la ley del más fuerte ni la del salvaje oeste», y remarcó que «someterse al agresor no va a traer la paz, al contrario, traería futuras y más graves agresiones».
También el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero llamó al de Os Peares a abandonar su «patriotismo barato de hojalata» y demostrar su europeísmo. «Feijoo tiene un problema muy serio porque va a tener que definir si mantiene los pactos con Vox, que defiende a Alternativa por Alemania, que quiere acabar con la UE, con el apoyo de Trump, en una coalición que será derrotada por la historia», dijo en Armilla (Granada), en el 15.º Congreso del PSOE andaluz.
Desde Génova, tildaron de «barbaridad estrambótica» que Sánchez los haya comparado con colaboracionistas nazis y señalaron que el Gobierno de coalición compra gas a Rusia. «Estamos deseando ver cómo culpa al PP de la invasión rusa de Ucrania», apuntaron fuentes populares, que insistieron en que el PSOE «impulsa y tapa la corrupción, y gobierna y ha gobernado con partidos que tapan y consienten el abuso, el acoso y la agresión sexual».