Robles dice contar con la confianza de Sánchez, aunque la llamó «pájara»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Borja Sanchez-Trillo | EFE

El Gobierno denunciará la difusión de los mensajes de WhatsApp entre el presidente y Ábalos si la Justicia no actúa

13 may 2025 . Actualizado a las 18:31 h.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, eludió este martes pronunciarse sobre los calificativos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le dedica en una serie de mensajes de WhatsApp enviados al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y publicados por el diario El Mundo. En esos mensajes, enviados en noviembre del 2020, el jefe del Ejecutivo se refiere a la titular de Defensa como una «pájara» y afirma que «se acuesta con el uniforme». La conversación entre Sánchez y Ábalos se refería a unas declaraciones de Robles en las que rechazaba la confrontación con la presidenta madrileña, Isabel Díaz, Ayuso, después de que esta la comparara con «Manuela Malasaña» por su labor al frente del ministerio durante la pandemia.

«Se acuesta con el uniforme»

Robles aseguró que los elogios no iban dedicados a ella sino a las Fuerzas Armadas que «han hecho un trabajo impagable». «Estoy viendo la entrevista a Malasaña en La Sexta», le dice Ábalos con ironía a Sánchez en un primer mensaje, al que sigue otro en el que califica a la ministra de alguien «por encima del bien y del mal. Un patrimonio nacional». «Yo creo que se acuesta con el uniforme», responde el jefe del Ejecutivo. «Sí, el suyo», insiste Ábalos, ante lo que Sánchez responde con un «jajaja» y añade: «es una pájara». «No sé si serán todos tan comprensivos», remata el exministro de Transportes.

Preguntada por esos calificativos, Robles evitó la confrontación y dijo sentirse respaldada por Sánchez tras siete años como ministra. Aseguró que no se iba a pronunciar sobre unos mensajes que corresponden a una conversación «privada» que ocurrió «hace muchísimo tiempo» y sobre la que desconoce el contexto.

«Cada uno en las conversaciones privadas a saber lo que dice y lo que decimos», señaló, restando importancia al asunto.

En respuesta al PP, que pidió su dimisión por las palabras de Sánchez que, a su juicio, la «desautorizan», Robles pidió al PP que empiece a «preocuparse por sus asuntos». El Gobierno trató también de restar trascendencia a los mensajes, pero aseguró que solicitará una investigación sobre el origen de la filtración en caso de que la Justicia no actúe de oficio.

La ministra de Defensa, Margarita Robles (c), el titular de Industria y Turismo, Jordi Hereu (d) y la directora de Marketing de Comunicación de la fundación Feindef, durante la inauguración de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España.
La ministra de Defensa, Margarita Robles (c), el titular de Industria y Turismo, Jordi Hereu (d) y la directora de Marketing de Comunicación de la fundación Feindef, durante la inauguración de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España. FERNANDO VILLAR | EFE

Ábalos: «Otros están nerviosos»

«Queremos llegar hasta el final. Queremos conocer todo de la filtración. Quién ha sido, por qué ha sido y qué otros mensajes privados, que nada tienen que ver con una causa judicial, están en poder de personas capaces de cometer delitos», señaló el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, tras el Consejo de Ministros. La portavoz, Pilar Alegría, aludió a la «gravedad» de esa filtración que, a su juicio, vulnera la privacidad y el derecho a la intimidad de Sánchez.

Ábalos declaró este martes al diario El Independiente que no le interesa desmentir que sea el autor de la filtración de los wasaps. «Ahora son otros los que están nerviosos», aseguró.

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, aseguró que los mensajes de Sánchez al que entonces era su ministro de Transportes y secretario de organización del PSOE evidencian que el presidente se comporta como «un pequeño dictador» y ha «instaurado un régimen de terror» dentro del partido.