«Poco a poco se dan pasos adelante» en la recuperación de La Palma, asegura el gallego Jorge Carreira

Santiago Garrido Rial
S. Garrido LA VOZ EN LA PALMA

ESPAÑA

Este entrenador de baloncesto vivió el volcán hace cuatro años como un palmero más

01 jun 2025 . Actualizado a las 09:23 h.

Jorge Carreira vivió el volcán como un palmero más. A un mes de la erupción llegó a la isla para entrenar al equipo femenino del CB Aridane, y no a un municipio cualquiera, sino a Los Llanos, el epicentro del desastre. Y ahí sigue desde entonces, de manera ininterrumpida, ahora al frente del mismo equipo, pero con base en el vecino El Paso y ya con el nombre de Isla Bonita, una manera de llevar el apodo histórico de La Palma por todas partes. En el momento de la conversación estaban inmersos en el ascenso a Liga Femenina 2, desde la Primera Nacional.

Jorge es coruñés, de la ciudad, aunque con sus vínculos familiares en Sada. En la Los Llanos está muy contento: con su trabajo, al que se dedica plenamente (también coordina la base), con el lugar y con la gente.

Ha visto, día a día, cómo ha evolucionado todo. «Poco a poco se van dando pasos adelante. Hay aún casos como los de los contenedores, y ayudas que aún no han llegado», explica. Precisamente en su equipo hay una persona cuya familia reside en uno de esos containers. «Aquí, todo el mundo tiene a alguien al que le ha tocado el volcán», de alguna o de otra manera, y generalmente con pérdidas y esperas. «Esto se va normalizando poco a poco», añade. Y falta hace, tras casi cuatro años de trabajos. 

«Hubo momentos difíciles», tuvo un parón de un mes, y después continuó, sin problemas. Y afirma que hubo gente que se marchó de la isla. No parece que vaya a ser su caso, pues de hecho es su familia la que lo ha visitado varias veces, además de los viajes que él hace a Galicia. Disfruta con su puesto: «Este equipo es la referencia del baloncesto femenino. La gente lo sigue y hasta me paran por la calle y me preguntan cómo van las cosas», destaca. Algo que es impensable en otras ciudades.