El temor ante la aparición de nuevos audios paraliza al Gobierno y al PSOE

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en el Congreso. MARISCAL / EFE

La falta de apoyo de los aliados siembra el desconcierto en el Ejecutivo

19 jun 2025 . Actualizado a las 19:16 h.

Los portavoces de los grupos parlamentarios que acudieron a la Moncloa para reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguraron que vieron «tocado» y «preocupado» al líder del PSOE en lo político y en lo personal. Un estado que pudo comprobarse también en su comparecencia en la sesión de control al Ejecutivo en la que se le vio descentrado y más irritado de lo normal en su respuesta a los duros ataques del diputado de ERC Gabriel Rufián. Y cometiendo errores como el de tachar de «anécdota» los casos de corrupción recién detectados en el PSOE.

La aparición diaria de nuevas grabaciones y revelaciones de nuevos implicados en la trama de corrupción liderada por Santos Cerdán y José Luis Ábalos ha creado en el Gobierno y en el PSOE una situación psicosis ante la posibilidad de que surjan nuevas implicaciones que mantiene al Ejecutivo paralizado.

La revelación de que el exsecretario de organización Santos Cerdán era propietario de casi la mitad de la empresa Servinabar, que recibió numerosos contratos de obra pública en Navarra, ha supuesto un mazazo en las filas del PSOE, en donde ya nadie se atreve a poner la mano en el fuego por nadie. La incertidumbre ante la posibilidad de que surjan nuevas grabaciones de Koldo García, con el que casi todos en el Gobierno han hablado alguna vez, o de informaciones procedentes del material incautado a José Luis Ábalos, mantiene al presidente paralizado ante la toma de decisiones. Este jueves, Sánchez no asistió a la apertura del congreso del sindicato CC.OO., a lo que se había comprometido.

Malestar por la falta de apoyos

El desconocimiento de lo que puede revelarse el día de mañana mantiene a todo el Gobierno en un estado de nervios y de temor que sitúa a los dirigentes del PSOE en la duda de quién puede ser el próximo implicado. Ese desconcierto afecta también a los aliados parlamentarios del PSOE y sus propios socios de coalición de Sumar, que tampoco tienen la seguridad de que no puedan aparecer nuevos casos que afecten a más dirigentes del PSOE y por eso tratan de marcar distancias con Sánchez, a pesar de que el presidente les ha asegurado en conversaciones privadas que el caso se circunscribe al triángulo tóxico de Koldo, Abalos y Cerdán y que no existe en ningún tipo de financiación irregular del PSOE asociada a estos casos de corrupción.

Nadie entre los socios que han apoyado al Gobierno exige de momento la convocatoria de elecciones, pero todos se mantienen a la espera de las informaciones que puedan ir saliendo cada día para sostener hasta dónde puede durar la legislatura.

Esta falta de apoyos suscita el malestar de Pedro Sánchez, que se queja no solo de la posición exigente y agresiva que están mostrando algunos de los socios habituales, sino también de la debilidad con la que algunos miembros de su partido defienden su actuación al frente del Gobierno, al contrario de lo que hacen los ministros, que salen en tromba a respaldar al presidente.