Rutte admite «flexibilidad» para el país y Sánchez promete un 2,1 %
23 jun 2025 . Actualizado a las 18:15 h.La OTAN no forzará a España a alcanzar el 5 % de su PIB en gasto en defensa en el 2035. Será, según precisó Pedro Sánchez desde la Moncloa, del 2,1. El porcentaje comprometido es para el presidente del Gobierno «un éxito» a pocos días de la cumbre de la OTAN en La Haya, que se celebra entre mañana y el miércoles. El Gobierno anunció a principios de mes que alcanzará el 2 % este mismo año, lo que supuso casi doblar la cuantía del 2024, un 1,28 % según el balance de la OTAN. Fue Diego Rubio, director de Gabinete del presidente, quien estuvo al frente de una negociación crucial para rebajar la tensión con los socios de investidura del Ejecutivo. «España está convencida de que puede cumplir los nuevos objetivos de capacidades acordados con una trayectoria de gasto inferior al 5% del PIB», explicó en una carta el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, que permite al país fijar «su propia trayectoria».
Este acuerdo supone una especie de nueva excepción ibérica, ahora en materia militar. Los 32 países de la OTAN sellaron este domingo un acuerdo en el que, si bien se fija el compromiso del 5 % para el 2035, se acepta esta flexibilidad para España, uno de los Estados reticentes a la firma del pacto. Aunque no está todo escrito en lo que se refiere a la próxima década, ya que Rutte aclara que «la trayectoria y el equilibrio del gasto en virtud de este plan se revisarán en el 2029, a la luz del entorno estratégico y de los Objetivos de Capacidad de la OTAN actualizados».
La particularidad para España tiene, para Sánchez, tres razones. Ve incompatible semejante inversión con el mantenimiento del estado del bienestar. «Exigía gastar 350.000 millones de euros adicionales», explicó el presidente del Gobierno, que dijo que supondría reducir un 40 % todas las pensiones o bajar a la mitad el gasto en educación. Un despilfarro, según el jefe del Ejecutivo, que evidencia a su juicio que la clave «no es gastar más, es gastar mejor».
Sánchez apela a la «autonomía estratégica» de Europa y aboga por un ejercito común europeo. Es una nueva llamada al distanciamiento con Donald Trump. Ningún líder ha presionado más para marcar el 5 % del PIB. «La OTAN va a tener que lidiar con España. España siempre ha sido un país que ha pagado muy poco», dijo el pasado viernes.
El jefe del Ejecutivo español reivindica a España como un país cumplidor. «Un actor clave», remarcó, entre los cinco países con mayor despliegue de tropas en la frontera oriental. Una zona con miembros de la Alianza que sí que se apremiarán para llegar al 5 %. Estonia, Letonia y Lituania se comprometieron a alcanzarlo ya en el 2026. «Respetamos el deseo legitimo de otros países de aumentar su inversión en defensa, pero nosotros no vamos a hacerlo», destacó el presidente, en lo que se entiende como un mensaje dirigido a Alemania, inmerso en una macroinversión en defensa a raíz de la nueva coalición entre conservadores y socialdemócratas. El Gobierno calcula que, con los objetivos de capacidad renovados recientemente, es capaz de cumplir con una décima extra de inversión. A la postre, 1.500 millones de euros.
Un asunto fuera del Congreso
El acuerdo supone un punto a favor de Sánchez con sus compañeros en el Consejo de Ministros, Sumar —«apunta en la dirección correcta», dijo Yolanda Díaz—, aunque se antoja difícil que contente a Podemos. Los morados, que ven a este Ejecutivo como el «gobierno de la guerra», ya exigieron este domingo al presidente que no firme ningún tipo de acuerdo. El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, criticó que el acuerdo no pasara por el Congreso —queja unánime fuera del Gobierno— y aseguró que el país ha comprometido su gasto militar para la próxima década. «Ha acordado que España pague, pero cuando él ya no esté», dijo. Sánchez le respondió con una imagen de la carta de Rutte. «Que alguien te la traduzca. A ver si eso aclara tus dudas», publicó en X el jefe del Ejecutivo.