Felipe VI insta a la concordia en su primera visita a la abadía de Montserrat
ESPAÑA

Pinchazo de la protesta independentista contra el rey en el monasterio benedictino
23 jun 2025 . Actualizado a las 21:08 h.En una visita no exenta de controversia por el rechazo de los independentistas, el rey Felipe VI reivindicó este lunes en Montserrat el «vínculo centenario» que une a la monarquía con el monasterio catalán. «Seamos constantes en la renuncia a los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral», dijo el monarca, que presidió junto a la reina Letizia el acto central del milenario de la abadía, fundada en el 1025 por monjes de Ripoll enviados a la montaña sagrada por el abad Oliba, obispo de Vic. La presencia de un centenar de manifestantes armados con esteladas y pancartas, estrechamente vigilados por un amplio dispositivo de los Mossos d’Esquadra, hizo que los reyes tuvieran que acceder al cenobio por la parte de atrás, en lugar de hacerlo por la puerta principal. A primera hora de la mañana, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), de Lluís Llach, había organizado una marcha para evidenciar el rechazo de los separatistas a la presencia del jefe del Estado, que, por primera vez en sus 13 años de reinado —sí lo hizo como príncipe—, visitaba la abadía benedictina.
Tras ser recibido por el abad Manel Gasch, y ante las autoridades presentes (entre ellas, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa), Felipe VI se dirigió a los monjes para reivindicar Montserrat como «gran punto de encuentro» de las culturas catalana, española y europea, y ensalzó su valor simbólico, «que trasciende su enorme dimensión religiosa». En un discurso pronunciado en gran parte en catalán, el jefe del Estado evocó las montañas de Montserrat como «faro espiritual, moral e intelectual para tantas personas en Cataluña, en España y en Europa», y agradeció la constancia y la perseverancia de la comunidad monacal. «Cuando hemos traspasado el umbral de esta basílica, lo hemos hecho con la conciencia clara de su gran simbolismo y del peso de la historia, de lo que significa su milenario», manifestó el rey, antes de visitar y tocar la efigie de la Moreneta, la virgen de Montserrat.
Momentos de tensión
Poco antes de la llegada de los reyes, se vivieron algunas escenas de tensión entre los manifestantes convocados por la ANC y los agentes antidisturbios de los mossos. Para evitar males mayores, se optó por variar el protocolo previsto y que los monarcas entraran en el cenobio por un jardín privado sin acceso público. Los forcejeos entre activistas y policías se saldaron con un total de dos denunciados y 15 identificados.
También el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, cargó contra la visita real. La «autoinvitación» de los monarcas, dijo, es «una provocación», un «plan para hispanizar» Cataluña, que atribuyó a Madrid y a la colaboración de los socialistas catalanes, que gobiernan la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, Salvador Illa y Jaume Collboni. Sobre los incidentes en Montserrat, señaló que «no quieren que el Borbón se incomode y por eso han ordenado seguir reprimiendo». Junts pidió la comparecencia urgente en el Parlamento autonómico de la consejera de Interior, Núria Parlón, para que explique lo que considera una «actuación desproporcionada» de los mossos.