Cerdán se presenta como víctima de una «persecución política» y el juez lo envía a la cárcel

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Vista del furgón de la Guardia Civil y del coche en el que el exdirigente del PSOE Santos Cerdán ha ingresado en la cárcel madrileña de Soto del Real
Vista del furgón de la Guardia Civil y del coche en el que el exdirigente del PSOE Santos Cerdán ha ingresado en la cárcel madrileña de Soto del Real A. Pérez Meca | EUROPAPRESS

El magistrado Leopoldo Puente le acusa de ser el líder una organización criminal, de cohecho y tráfico de influencias

01 jul 2025 . Actualizado a las 07:08 h.

Santos Cerdán, el que hasta hace unos días era el secretario de organización y factótum del PSOE, ha pasado su primera noche en la cárcel de Soto del Real. Allí le envió el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, que le acusa de ser el jefe de una organización criminal dedicada a amañar obras públicas a cambio de mordidas y le imputa además los delitos de cohecho y tráfico de influencias. El fiscal Anticorrupción, al igual que las acusaciones particulares representadas por el PP, solicitaron la medida de prisión por riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. Y así lo acordó el juez.

Puente señala en su escrito la «relación vertical» que Santos Cerdán mantenía con Koldo García y José Luis Ábalos y estima que el «botín indiciariamente obtenido», un millón de euros, «representa un porcentaje insólitamente mínimo en el marco de esta clase de operaciones delictivas» y debería equivaler a una cantidad «superior a los cinco millones de euros». Ello refuerza, según el juez, «la idea de que más personas, físicas o jurídicas», pudieran haberse lucrado, en una referencia a una posible financiación ilegal.

Precisa que la investigación sobre Cerdán se encuentra «en un momento muy inicial», aunque ya existan con relación a su eventual participación en los hechos que se le atribuyen «indicios muy consistentes». Asegura que Cerdán era en la organización criminal «la persona encargada de percibir los premios económicos, comisiones o mordidas a cambio de los cuales se otorgaban las indebidas adjudicaciones».

Cerdán, sin embargo, lo negó todo. Solo respondió a las preguntas de su abogado y aseguró que es víctima de «una persecución política» que, según dijo, está motivada porque él fue el «arquitecto» de la moción de censura contra Mariano Rajoy, negoció gobiernos progresistas como el de Navarra y habló también con Junts en nombre del Gobierno. En un momento, aseguró incluso que el próximo objetivo de esa persecución será el ministro Félix Bolaños por haber negociado con ERC.

No reconoce su voz

Cerdán, como ya había señalado antes, dijo que no reconoce su voz en las grabaciones que le incriminan en el reparto de comisiones ilegales. Y, respecto a otro elemento clave, el contrato con su firma en el que compraba el 45 % de la empresa Servinabar, que se hizo con millonarias adjudicaciones de obras públicas, dio una versión sorprendente. Aseguró que lo firmó en un momento en el que pensaba abandonar la política, pero que tras consultar con su esposa decidió romperlo dejándolo sin valor. Pero en el domicilio de Antxon Alonso, el dueño de la empresa, la UCO encontró una copia de ese contrato firmado por ambos.

Cerdán aseguró que se apoyó en Antxon, con buenas relaciones con el PNV, para lograr el apoyo de este partido a la moción de censura.

Blanco había «pasado nombres»

Para explicar sus contactos con el Ministerio de Transportes en la etapa de José Luis Ábalos como ministro, declaró que él participó en los nombramientos que se hicieron en el ministerio y que el exministro de Fomento José Blanco les «había pasado nombres», a él y a Ábalos.

Cerdán negó que exista ningún tipo de financiación ilegal del PSOE y aseguró que él es inocente y no se ha llevado «ni un euro». «Estoy sufriendo una persecución política», reiteró.

El magistrado defiende la validez de las grabaciones intervenidas

El magistrado Leopoldo Puente defiende en el auto en el que envía a prisión a Cerdán la validez de los audios intervenidos, precisando que no son fruto de una «intervención judicial de las comunicaciones», sino que fueron encontrados en el un registro en la casa de Koldo García. Explica que las grabaciones de Koldo no se hacían «con el propósito inmediato de denunciar los hechos».«Parece difícilmente concebible, atendiendo además a la relativamente mala calidad del sonido, que las mismas no se hubieran producido en realidad y que resultaran consecuencia de una artificiosa manipulación de don Koldo García, a medio de procedimientos vinculados al uso de la inteligencia artificial u otros equivalentes, haciendo aparecer como intervinientes en la conversación a personas que, en realidad, no hubieran participado en ella», sostiene Puente.

«Contundentes indicios»

Tampoco existe, a su juicio, razonamiento alguno que permita entender que las grabaciones «pudieran haber siso editadas» (omitiendo, alterando o manipulando el curso natural de la conversación), extremo este que además resultará fácilmente acreditable por los correspondientes expertos».

«Menos todavía podría haberlo para atribuir a la fuerza policial actuante esa misma conducta», indica. Por ello, «por legítimos que resulten en términos de defensa los alegatos» del abogado de Cerdán, el magistrado estima que no podemos estar ante un «delito provocado» ni hay elemento alguno, de mínima consistencia que permita considerar como hipótesis mínimamente factible que don Koldo García tuviera la condición de «agente encubierto o provocador». Esas conversaciones son para el juez «contundentes indicios de criminalidad» y recuerda que en una de ellas Cerdán reprocha a Koldo que «de esos temas no se habla».