
El presidente del Gobierno «dijo que había un muro y buscó esa confrontación», señaló el vicesecretario popular Juan Bravo
05 ago 2025 . Actualizado a las 22:54 h.El vicesecretario de hacienda, economía y vivienda del PP, Juan Bravo, condenó este martes el ataque a la sede socialista de la localidad de Vera (Almería), pero responsabilizó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de buscar la «confrontación» con su discurso sobre «muros». El local, que ya ha sido vandalizado tres veces, amaneció el lunes con pintadas ofensivas como «corruptos», «puteros», «cocainómanos» y «traidores». Con este, el PSOE asegura haber sufrido más de 180 ataques a sus sedes desde noviembre del 2023 y lo achaca al «clima de crispación» que, sostiene, desatan los discursos del Partido Popular y de Vox.
A preguntas sobre esta cuestión en una entrevista en Antena 3, el vicesecretario popular señaló que «ante cualquier agresión» tiene que haber «una condena», pero opinó que fue Sánchez quien «marcó los muros».
«Él dijo que había un muro. Los que estaban dentro de su muro y los que estaban fuera. Fue el primero que, de alguna manera, buscó esa confrontación. Otros, desde el primer día, hablábamos de puentes. ¿Eso justifica la violencia? Creo que todos tenemos que tener una misma posición, la misma, y es estar en contra de cualquier tipo de violencia», adujo Bravo. «Pero también podríamos pedir que no se hable de muros, que no se construyan muros y que no se divida, sino que se busquen puntos de encuentro, que seguro que hay», añadió.
Las sedes y mítines del PSOE han venido sufriendo una agresión cada tres días y medio, y no todas han consistido únicamente en pintadas. En algunos casos, como en un acto político en Cantabria el pasado 25 de abril, llegaron a lanzarse artefactos explosivos de fabricación casera. Rebeca Torró, la secretaria de organización socialista —en reemplazo de Santos Cerdán—, se refirió a la problemática como «violencia política blanqueada por el silencio cómplice de algunos dirigentes», y exigió una condena clara del PP. La ambivalencia de Bravo satisfizo esa demanda solo a medias.