
Los obispos, a Abascal: «Un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano»
13 ago 2025 . Actualizado a las 10:32 h.No es una cuestión local, sino universal. Que los dos mil vecinos musulmanes de Jumilla no puedan celebrar las dos pascuas islámicas en el polideportivo municipal atenta contra los derechos humanos y contra la Constitución, que protege la libertad de culto y prohíbe la discriminación, según denunció la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. «Lo que tiene que hacer el PP es dejar de hacer seguidismo de Vox, romper con la ultraderecha, dar un paso atrás y pedir perdón por el bochorno internacional», reclamó la política navarra, quien tachó de «xenófoba» la moción aprobada el 28 de julio por este ayuntamiento murciano gobernado por los populares, que necesitaban el voto del único edil ultra para sacar adelante los presupuestos municipales.
En una entrevista en La Sexta, lamentó que «a través de maniobras dialécticas se intente disfrazar o confundir a la ciudadanía para justificar lo injustificable», y censuró que el título y la exposición de motivos de la normativa sea la propuesta por el partido de Santiago Abascal: Sobre la defensa de los usos y costumbres del pueblo español frente a las prácticas culturales foráneas, como la Fiesta del Cordero [...].
Saiz, que consideró «incomprensible» que Génova haya avalado esta postura, instó al consistorio a cumplir con el requerimiento enviado el pasado lunes por el Ejecutivo central para que se anule el acuerdo, y advirtió de que Vox ha anunciado que va a llevar a otras poblaciones iniciativas de este tipo: «Hay quien está interesado en propagar el odio en las redes sociales y corremos el riesgo de que se traslade a nuestras calles».
Le respondió la vicesecretaria de coordinación sectorial del PP, Alma Ezcurra, quien insistió en que la resolución no veta nada porque «ni siquiera se menciona ninguna confesión», y recordó sus dos puntos: uno que impulsa las actividades que promueven la identidad nacional y otro que reforma la ordenanza de instalaciones deportivas. «En nuestra opinión, no hay dudas sobre la legalidad de la misma», concluyó.
Contundencia episcopal
Este martes, los obispos españoles no pusieron la otra mejilla. Tras los exabruptos recibidos del ultraderechista Santiago Abascal por haberse posicionado la Iglesia contra la moción de Jumilla —«es una discriminación que no puede darse en democracia»—, el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, abogó, en un mensaje en X, por la «dignidad humana y el bien común» para recibir a los inmigrantes, mientras el vicepresidente, José Cobo, defendió que «la libertad religiosa debe ser acogida y la libertad de culto, respaldada». Pero fue el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, quien derrochó calificativos en una entrevista en Catalunya Ràdio. «Un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano. Y me parece que debe decirse con toda la contundencia», aseguró, antes de emplazar al líder de Vox a consultar qué dice la doctrina eclesiástica sobre el acogimiento de personas migradas «No hay fisuras. Y si no, que estos señores repasen el Concilio Vaticano II».