La Audiencia Provincial de Sevilla envía al banquillo al abogado, que defendió a figuras como Silvia Intxaurrondo, Máximo Pradera o Wismichu, por agredir presuntamente a su expareja mientras estaba embarazada y después de dar a luz
04 sep 2025 . Actualizado a las 13:25 h.La Audiencia Provincial de Sevilla sentará en el banquillo por presunto delito de violencia de género a David Bravo, exdiputado de Podemos hasta el 2017 y abogado de profesión. Según la resolución judicial a la que ha tenido acceso El Confidencial, se le procesa por haber agredido presuntamente de manera continuada a su expareja mientras estaba embarazada y después del nacimiento del único hijo que tienen en común.
El tribunal considera que hay indicios «sólidos» de que el letrado insultó, vejó y maltrató psicológicamente a B. M. M. durante los años 2020 y 2021, aprovechando que ella, que era de Madrid, se había mudado a Sevilla para comenzar una vida en común y no tenía ningún vínculo o apoyo familiar en la capital andaluza. Según el auto, la presunta víctima «afirmó que a lo largo de su relación con el investigado, este lo ha amenazado con destruirle la vida diciéndole que la iba a destrozar porque está sola». El auto tiene en consideración que los delitos de la violencia doméstica y de género «se producen ordinariamente en la intimidad y clandestinidad», y argumenta que hay «corroboraciones periféricas que le dotan de verosimilitud».
David Bravo, especializado en propiedad intelectual, empezó a cobrar notoriedad desde el 2005, cuando en una carta al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, protestó contra la ley de propiedad intelectual, una idea que plasmó en su obra Copia este libro. Años después de erigirse en uno de los mayores detractores de la Ley Sinde, se convirtió en parte destacada del movimiento 15-M y en uno de los iconos de la defensa de la libertad de conocimiento en internet, frente a quienes buscaban criminalizar la red.
En el 2015, pasó a formar parte de Podemos, y fue candidato de la formación morada en las elecciones por la provincia de Almería, donde logró un escaño. Dos años después, dimitió de sus cargos como consejero en Sevilla por razones personales y renunció a presentarse a las siguientes elecciones generales.
Como abogado, ha representado a numerosas personalidades de renombre. Entre ellas, la presentadora de TVE Silvia Intxaurrondo, en la denuncia que la periodista presentó contra El Mundo y su director por difundir información falsa sobre su sueldo; al escritor Máximo Pradera, en la que fue la primera sentencia del Constitucional sobre los bulos en Twtiter; o al youtuber gallego Wismichu, al que defendió con éxito en la querella presentada por de Dalas Review.
La denuncia interpuesta por la expareja de Bravo pasó primero por el Juzgado de Violencia de la Mujer número 2 de Sevilla. Su titular, Francisco Manuel Gutiérrez Romero acordó entonces el sobreseimiento de las diligencias sin tener en cuenta los informes periciales de organismos independientes que ratificaban los indicios de maltrato y, al parecer, ignoró los testimonios que corroboraban la denuncia. Continuó con parte de la denuncia, aunque solo como un delito leve de vejaciones.
Ahora, la Audiencia Provincial de Sevilla lo ve de forma diferente, y considera que Bravo tendrá que sentarse en el banquillo ante unos hechos que valora como «indiciariamente graves».