El Ejecutivo insiste en la inocencia de Begoña Gómez pese al informe sobre los correos de su asesora

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Gómez, mujer del presidente, en una imagen de archivo.
Gómez, mujer del presidente, en una imagen de archivo. BENITO ORDOÑEZ

La Fiscalía reajusta su defensa y niega «perjuicio» al patrimonio

30 sep 2025 . Actualizado a las 22:47 h.

«Estamos donde estábamos hace año y medio; no hay nada porque no hay nada que encontrar». La ministra portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, insistió en la inocencia de Begoña Gómez y rechazó que su situación judicial haya dado un vuelco tras el último informe de la UCO de la Guardia Civil sobre los correos de su asistente en la Moncloa, Cristina Álvarez, para financiar la cátedra que la esposa de Pedro Sánchez codirigía en la Universidad Complutense ya que se hicieron desde su cuenta privada y en ellos «no aparece el nombre del Gobierno ni del presidente».

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la socialista defendió que la asistente «cumplió con su trabajo. Lo que hiciera con su correo personal en relación a su amiga es cosa suya», y respecto a un segundo informe, elaborado por la Intervención General del Estado para la Fiscalía Europea, apuntó que este se ciñe al procedimiento de contratación, «que lleva vigente desde el 2011» y no al papel de Gómez, a quien «ni siquiera se menciona».

La Fiscalía Provincial de Madrid reajustó su alegato de defensa de Gómez el 27 de septiembre, y aunque reconoció la existencia de los correos que Álvarez envió relacionados con la cátedra, subrayó que Gómez «no recibía remuneración» por codirigir ese grado. «No ha existido [...] un detrimento o perjuicio de ningún tipo para el patrimonio público», señaló el ministerio público, que recordó que todas las esposas de los presidentes tuvieron un asistente o dos.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Ester Muñoz, tachó la actividad de Gómez de «ética y moralmente reprochable y reprobable», pero no quiso pronunciarse sobre si hay delito o no. Más dura fue la vicesecretaria de regeneración institucional del PP, Cuca Gamarra, quien definió la Moncloa como «la sede de la corrupción».